lunes, 25 de octubre de 2021

Margaret y Frances MacDonald. Pioneras del Art Nouveau


 
Las hermanas escocesas pioneras del Art Nouveau. Margaret y Frances MacDonald, estuvieron entre los artistas que sentaron los principios estéticos del Art Nouveau en los apasionantes primeros compases del siglo XX, el siglo de las grandes vanguardias en el arte


Margaret Macdonald, (5 de noviembre de 1864- 7 de enero de 1933) Pintora, ilustradora y decoradora británica perteneciente a la Escuela de Glasgow, un grupo artístico cercano al modernismo y simbolismo. Los otros miembros destacados del grupo fueron su marido, Charles Rennie Mackintosh, su hermana Frances Macdonald y el marido de esta, Herbert MacNair, también conocidos como The Four (Los Cuatro). Esta escuela destacó especialmente en arquitectura y artes decorativas, y situó la ciudad escocesa de Glasgow como uno de los epicentros del modernismo internacional —también conocido como Art Nouveau en Francia o Modern Style en Reino Unido—.



 
Frances Macdonald (24 de agosto de 1873- 12 de diciembre de 1921) Pintora, ilustradora y decoradora británica perteneciente a la Escuela de Glasgow.


Las hermanas escocesas pioneras del Art Nouveau. Margaret y Frances MacDonald, estuvieron entre los artistas que sentaron los principios estéticos del Art Nouveau en los apasionantes primeros compases del siglo XX, el siglo de las grandes vanguardias en el arte


Mientras en Europa un nuevo arte (y de ahí su nombre) tomaba forma, una escuela que utilizaba elementos naturales, siluetas de plantas y motivos mitológicos como inspiración, los cuatro artistas escoceses estudiaban arte en la Escuela de Arte de Glasgow —de ahí su sobrenombre “los cuatro de Glasgow” (Glasgow four).

 


Inspirados, entre otras cosas, en la espiritualidad celta y el puritanismo victoriano, crearon piezas gráficas que abundaban en siluetas alargadas y graciosas, usando paletas oníricas y etéreas que además mostraban elementos tempranos del arte moderno, como el uso de simetrías y de figuras geométricas.



 
Mientras que en aquella época las mujeres que estudiaban arte lo hacían por placer personal (o tal vez, para sostener charlas llevaderas a la hora del té), ellas hicieron de su arte una forma de vida, una actividad que las llevó a ser exitosas, tanto comercial como intelectualmente, y por lo tanto, profundamente revolucionarias.

Al terminar sus estudios, Frances y Margaret abrieron su propio taller; sus carteles, anuncios, acuarelas, su trabajo en metal y textiles se vendían prolíficamente, y sus piezas fueron expuestas en toda Europa. Además de deslumbrar por su trabajo, estas artistas también fueron conocidas por su fraternidad: muchas de sus obras tempranas están firmadas por ambas y, en el caso de algunas otras piezas, ellas nunca supieron decir quién de las dos la había hecho.

Más tarde, cuando las hermanas MacDonald se casaron, Frances y Herbert se mudaron a Liverpool donde hicieron una vida académica, familiar, y siguieron produciendo piezas casi exclusivamente para su hogar.


Por su parte, Margaret y Charles se quedaron en Glasgow, donde él habría de convertirse en un famoso arquitecto y diseñador de muebles. A pesar de que hoy en día la figura más recordada es, precisamente, Charles Mackintosh, él y Margaret, además de ser pareja, fueron colegas durante toda su vida.


 
Etéreas y casi místicas, las piezas de Margaret y Frances influenciaron profundamente la obra de otros artistas del periodo como Hoffmann, Moser e incluso, Gustav Klimt —hombres que hoy son mucho más conocidos que las hermanas MacDonald.


La cuna del Art Nouveau, entonces, era Viena y estas artistas vivían a una distancia demasiado grande para mantenerse en el centro del movimiento. Sin embargo, la delicadeza, fuerza y, sobre todo, la originalidad de sus creaciones fueron en parte responsables de uno de los estilos más encantadores de la modernidad europea.


 

Fuente:
Wikipedia y