Eglantyne
Jebb (Gran Bretaña, 25 de agosto de 1876 – Ginebra, Suiza, 20 de diciembre de
1928) Activista social británica, fundadora de Save the
Children.
No
sólo creó una de las organizaciones de desarrollo más importantes del mundo,
sino que su labor desembocó además en la promulgación de los “Derechos del Niño” por parte de Naciones
Unidas.
Durante
1919 y 1920, Save the Children recibió muchas críticas, acusándolo de facilitar
ayuda tanto a los vencedores como a los perdedores de la Primera Guerra
Mundial.
Se
le acusó también de haber cometido el error de permitir que la Señora Lloyd
George, mujer del “traidor” del bloqueo, apareciera en su papel de cartas como
colaboradora.
Eglantyne
contestó personalmente muchas de las cartas recibidas. La biografía editada por
Wilson la cita de la siguiente manera: “El SCF no distingue entre políticas,
razas o religiones. Un niño es un niño, sea rojo, blanco o negro.”
El
6 de enero de 1920 Eglantyne logró crear en Ginebra la Unión Internacional Save
the Children.
La
primera asamblea importante de la Unión tuvo lugar en febrero de ese mismo año,
a la que asistieron conjuntamente personas de ambos bandos del conflicto de la
Primera Guerra Mundial.
Eglantyne,
sin embargo, estaba demasiado enferma como para participar. No obstante,
Eglantyne entabló excelentes relaciones con las organizaciones con sede en
Ginebra, como, por ejemplo, la Cruz Roja, que apoyaba la Fundación
Internacional Save the Children.
Eglantyne
opinaba que cada país debería realizar todos los esfuerzos por ayudar a sus
propios ciudadanos y no sólo confiar en la llegada de ayuda.
Como
Save the Children había sido un éxito en todo el Imperio británico y se había
extendido a Irlanda, los Estados Unidos, Escandinavia y otros muchos países, el
enfoque principal ya no estaba dirigido sólo en la ayuda a las víctimas de
guerra, sino también en el apoyo a los niños desfavorecidos en cada uno de los
países.
Eglantyne
tenía la firme convicción de que los niños eran los más necesitados. Ella
escribió: “Cada generación de niños ofrece a la humanidad la posibilidad de
reconstruir al mundo de su ruina”. Ella veía en los niños la mayor esperanza
para una paz duradera.
Save
the Children sigue fiel a los principios de Eglantyne en todos los países en
los que trabaja la Alianza.
Sus
principios, plasmados en los “Derechos del Niño” han sido íntegramente
adoptados por las Naciones Unidas. Hay muy pocas personas en la Historia que
hayan dejado un legado tan valioso para el bienestar social del mundo.