Blanca
Catalán de Ocón y Gayolá (Calatayud, Zaragoza, 1860-Vitoria-Gasteiz, 1904) Está
considerada la primera botánica española.
Realizó
un pequeño herbario con plantas de la zona de Albarracín;
algunas de ellas eran especies desconocidas.
El
religioso, matemático y naturalista Bernardo Zapater, la puso en contacto con
el botánico alemán Heinrich Moritz Willkomm, quién estaba
preparando el libro sobre flora española Prodromus Florae Hispanicae.
El
nombre de Blanca quedó inscrito junto a otros importantes recolectores de
plantas.
También
reconocieron su trabajo los botánicos Francisco Loscos Bernal (quién habló de
los trabajos de Blanca en su Tratado de plantas de Aragón) y Carlos Pau
(quién dedicó a Blanca el nombre de la especie Linaria
blanca, renombrada Linaria repens).
Se
conservan dos de sus herbarios: Recuerdos de la Sierra de Albarracín. Herbario
de botánica de plantas raras de Valdecabriel y Souvenir des Aigues-Bonnes.
Herbier de Botanique des plantes rares de la Vallée d’Ossau.
En
2019, la escritora Claudia Casanova publicó la obra de ficción Historia de una
flor, basada en la vida de Blanca Catalán de Ocón