viernes, 15 de enero de 2021

Prudencia Ayala. La primera Mujer aspirante a la presidencia de la Historia Hispanoamericana

 
Prudencia Ayala (28 de abril de 1885- 11 de julio de 1936) Escritora y activista social salvadoreña, que luchó por el reconocimiento de los derechos de la mujer en El Salvador.

Fue un referente de la historia Hispanoamericana por convertirse en la primera mujer aspirante a la presidencia en su país.

Su postura y determinación, le permitieron dar inicio al reconocimiento de la mujer en una sociedad en la que solo el hombre gozaba de privilegios en cuanto a honores, roles y funciones claves dentro del ámbito político y económico, promoviendo la capacidad de la mujer y su importancia dentro de la sociedad.

Provenía de una familia de origen indígena y debido a la falta de recursos económicos en su familia tuvo que abandonar los estudios por lo que desarrolló una formación autodidacta. 


A partir de 1913 comenzó a publicar artículos de opinión en el Diario de Occidente, periódico que circulaba en la región occidental de El Salvador, donde se manifestó partidaria del antiimperialismo, el feminismo y el unionismo centroamericano, además de expresar su rechazo a la invasión norteamericana de Nicaragua.


También publicó poemas en varios periódicos del país.

En 1919 fue encarcelada por criticar en una de sus columnas, al alcalde de Atiquizaya y luego, en Guatemala, fue encarcelada varios meses por acusaciones de colaborar con la planificación de un golpe de Estado.

En 1921 publicó el libro Escible. Aventuras de un viaje a Guatemala donde narraba su viaje a ese país en los últimos meses del gobierno dictatorial de Manuel Estrada Cabrera.

Además publicó los libros Inmortal, Amores de loca (1925) y Payaso literario (1928). A finales de la década de los años 1920, fundó y dirigió el periódico Redención femenina, donde expresó su postura en defensa de los derechos ciudadanos de las mujeres.


En 1930, intentó postularse como candidata a la presidencia de la república, a pesar de que la legislación salvadoreña no reconocía el derecho al sufragio femenino. Su plataforma de gobierno incluía el apoyo a los sindicatos, la honradez y transparencia en la administración pública, la limitación de la distribución y consumo del aguardiente, el respeto por la libertad de cultos y el reconocimiento de los «hijos ilegítimos» (hijos fuera del matrimonio). ​


Finalmente, su solicitud, fue rechazada por la Corte Suprema de Justicia, pero el debate que siguió a su intento de postulación, dio impulso al movimiento femenino que permitió que el derecho al sufragio femenino se reconociera en 1939,​ y que en la Constitución de 1950,  se diera reconocimiento legal a los derechos de la mujer en El Salvador. ​