lunes, 20 de diciembre de 2021

Alma Mahler. Referente cultural y artístico

 
Alma Mahler (Viena, 1879–Nueva York, 1964) Compositora, editora y escritora austriaca.

Compositora e intérprete de piano de gran talento, creativa en todas sus facetas, ha pasado a la historia por haber sido esposa y/o amante de algunos de los artistas y creadores más reconocidos de su época como Gustav Mahler, Walter Gropius , Oskar Kokoschka. Gustav Klimt, Alban Berg, o Franz Werfel entre otros artistas.






Vio su inteligencia subestimada por la misoginia de su época.

 
Sobre Alma Mahler, nacida Alma Schindler, se ha escrito mucho y se seguirá escribiendo. Su figura, libre y alejada de los cánones de la época, sigue resultando muy interesante hoy en día. Sin embargo, no siempre se hace justicia con el personaje. No es raro encontrar artículos en los que el periodista de turno se ensaña con una mujer que es tachada de ‘devorahombres’.


Alma Mahler se rebeló contra la tradición, las formas socialmente establecidas y la sumisión esperada de una mujer de principios del siglo XX. Aun así, pasó a la historia fundamentalmente por ser la esposa o compañera de grandes figuras de su época. Gustav Klimt la besó cuando ella tenía 16 años. A los 23, se casó con Gustav Mahler, compositor y director de orquesta y, posteriormente, con el arquitecto fundador de la Bauhaus Walter Gropius y con Franz Werfel, destacado novelista de su época, además de mantener romances con otros artistas, como el pintor Oskar Kokoschka.


 
Pero, lejos de conformarse con el papel de musa para compositores, escritores o pintores, Alma Mahler se convirtió en un catalizador de la creatividad de los hombres con los que compartió su vida.




Como mujer culta y creativa, no pasaría desapercibida. Allí donde iba se mostraba libre para hablar y opinar, lejos del rol mujer políticamente correcta imperante en la alta sociedad de la época.


Alma Mahler era un ejemplo de mujer que se vio limitada, por la misoginia de la época, a ser considerada únicamente como la amante de grandes creadores: “Si bien es cierto que era fue muy apasionada y el amor la cegó en más de una ocasión, corregía las partituras de su marido Gustav y más tarde fue una fiel defensora de las teorías sobre color y percepción de Josef Albers”, quien formó parte de la Bauhaus.


Tras enviudar, Alma Mahler se trasladó a Nueva York y consiguió liberarse de la etiqueta de femme fatale, forjándose una reputación como referente cultural y artístico.

Se volcó en escribir sus memorias, Mein Leben, tituladas en inglés And the bridge is love (Y el puente es el amor). También editó y publicó parte de las cartas de Gustav Mahler, de las que nunca se desprendió, pese a todas las relaciones que tuvo con otros hombres, y que siempre atesoró como el gran amor de su vida hasta su muerte a los 85 años.