Mary
Pickford (Toronto, 8 de abril de 1892 - Santa Mónica, 29 de mayo de 1979) Actriz
cinematográfica canadiense.
Entre
el público estadounidense se la conoció como «pequeña Mary», «la chica
del cabello dorado» y la primera «novia de América».
Fue
una de las máximas figuras del cine mudo durante el período 1915-1925 como intérprete de
un tipo popular de ingenua romántica y así llegó a ser la actriz más poderosa y
mejor pagada en esa época.
Mary
Pickford desarrolló tempranamente una personalidad arriesgada y depresiva
marcada por la muerte de su padre. Esto le afectaría toda la vida.
A
los quince años, la joven viajó sola a Nueva York para pedir trabajo a David
Belasco, productor de exitosas obras en Broadway, y lo
consiguió en 1907.
Decidió
cambiar su nombre al de Mary Pickford para su trabajo teatral, pero pronto
descubrió el cine. Fue contratada por los Estudios Biograph, el estudio
de David Wark Griffith, y debutó en la película de
1909 The Violin Maker of
Cremona.
Adicionalmente
hizo diversos cortos, en muchos de los cuales compartía protagonismo con Owen Moore,
su primer marido.
Mary
Pickford pronto empezó a ganar fama y a exigir que su nombre apareciera en
pantalla. Ya en 1914 cobraba más de 100,000 dólares anuales, y en 1915 tenía su
propia productora la Mary Pickford
Famous Players Company.
En 1917,La
pobre niña rica (The Poor Little
Rich Girl) y Rebecca la de la granja del sol (Rebecca of
Sunnybrook Farm) fueron sus primeros éxitos como largometrajes.
En
1919, Mary Pickford, junto con Charles
Chaplin, D.W. Griffith y su futura pareja Douglas
Fairbanks, fundaban la United
Artists, asociación de artistas que perdura hoy día.
El
tipo de personaje que creó, firmemente anclado en el melodrama victoriano,
resulta totalmente ajeno a la sensibilidad del espectador actual, pero en su
momento ganó el favor de un público neófito y básicamente rural al combinar la
identificación de las mujeres con un personaje en que el idealismo se aliaba
con el valor y el atractivo de los hombres hacia esa región intermedia entre la
infancia asexuada y la rolliza femineidad que constituyó un prototipo erótico
de principios de siglo.
Cuando
en 1928 murió Charlotte, la madre de la actriz, los problemas mentales de Mary
empezaban a ser conocidos por todo Hollywood. Mary se sumió en un
profundo estado de depresión.
Después
de la muerte de su madre, Mary decidió abandonar sus papeles de
huérfana pobre, cortó sus tirabuzones y estuvo un año sin trabajar, el primero
de toda su carrera. Su siguiente película, Coquette en 1929, fue la primera
película sonora y un cambio radical en su trabajo.
Gracias
a ella, consiguió el segundo Premio
Óscar desde su fundación, otorgado en la historia de las películas sonoras
a la Mejor Actriz.
Esta
película, paradójicamente, le provocó un rápido descenso en su popularidad al
revelar sus limitaciones como actriz y probar que sus admiradores no estaban
dispuestos a aceptar una evolución de su personaje de víctima ingenua hacia
caracteres más adultos.
Posteriormente
sólo trabajó en otras tres películas sonoras siendo la última Secrets en 1933.
"Por
lo mismo que dejé el cine, para que no me sucediera como a Chaplin, que al
prescindir de su personaje de vagabundo éste se volvió contra él y le mató,
quiero ahora desprenderme de unas películas que ya han cumplido su función. El
tiempo pasa, y el público me comparará con las actrices modernas, y quiero
evitar que esto ocurra".
En
1976 se le otorgó un Premio Óscar especial "por su contribución a
la industria del cine".
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