martes, 13 de mayo de 2014

W.I.T.C.H. Historia del Feminismo Radical

Bajo las siglas de W.I.T.C.H. (Nueva York, 1968-1970) se escondía una sorprendente guerrilla feminista, precursora de las Guerrilla Girls o Femen, cuyas armas eran los conjuros y hechizos mágicos, el arte feminista y la acción directa.  Citadas como uno de los más fascinantes ejemplos del activismo de los sesenta, el grupo pasó a registrarse con letras de oro en la historia del feminismo radical, aunque también representaban algo temido, salvaje y casi innombrable. Su actividad fue frenética, escandalosa y prodigiosa. Muy pronto, la estética y el estilo de aquel grupo de brujas urbanas, de guerrilleras sin escoba, prendió la mecha en distintas ciudades americanas: se crearon células feministas que recogieron aquel mensaje. Panfletos repartidos en medio de un desfile. Boicots y acciones callejeras, manifestaciones y ocupaciones  en las que se gritaba:

«Cuando te enfrentas a una de nosotras, ¡te enfrentas a todas! Pasa la palabra, hermana» W.I.T.C.H.  

«Nosotras, hermanas brujas del único y verdadero subsuelo, anunciamos nuestra presencia y comenzamos nuestro hechizo».

«Somos brujas, somos mujeres. Somos liberación. Somos nosotras. W.I.T.C.H. es también una estrategia, un medio de subversión: la brujería».


Las mujeres que formaron este grupo fueron las primeras en criticar al movimiento de la izquierda radical que pretendía construir una nueva sociedad sin contar con el feminismo. Es innegable la deuda de muchas de las organizaciones actuales con grupos como W.I.T.C.H, que contribuyeron a crear toda una forma de movilización vigente hasta hoy en día. Las performances, el uso político de la estética y el cuerpo y las acciones callejeras pasarán a engrosar desde entonces las herramientas de acción propias de feminismo, que conseguirá de esa forma contestar a la nueva deriva del sistema sin renunciar a una tradición de movilización que ya incluía otras muchas herramientas que se seguirán utilizando, como los boicots o las ocupaciones. Al fin y al cabo, las formas de lucha cambiaban, pero los motivos seguían siendo los mismos.


* W.I.T.C.H , acrónimo que significaba "Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del Infierno". Una historia sorprendente y desconocida que ve ahora la luz gracias al libro W.I.T.C.H (Ed. La Felguera)