lunes, 11 de abril de 2016

Sociedades donde la Mujer asume el rol de líder





Existen sociedades donde la mujer asume el rol de líder de manera natural. Son vestigios de una época donde las sociedades matriarcales eran más numerosas y se podían ver en distintos continentes a lo largo del planeta.

Muchas/os antropólogas/os dudan de la existencia de estas sociedades donde las mujeres detentan el poder. Pero de lo que no cabe duda es que el rol de la mujer en estas sociedades de las que vamos a hablar no está subordinado al del hombre.




Las Mosuo entre China y el Tíbet



Son el ejemplo más conocido de sociedad matriarcal. Viven con sus familias en grandes casas alrededor del Lago Lugu donde la propiedad recae en la madre. Las mujeres se encargan de las finanzas y de criar y dar el apellido a sus hijos. A los hombres se les relegan las decisiones políticas. Para las mosou no existe el concepto de matrimonio por lo que practican las "visitas de amor". Los amantes no viven bajo el mismo techo y la paternidad poco importa. Los hombres residen toda la vida en la casa de su madre donde representan la figura del padre con sus sobrinos. 


Las Minangkabau de Sumatra

 
Aunque parezca difícil de creer, encarnan una sociedad matriarcal en medio del mundo islámico. Al Oeste de la isla viven cuatro millones de personas cuyo linaje lleva nombre de mujer y el acuerdo entre sexos conforma su esencia. La herencia de sus antepasados la reciben las mujeres como símbolo de respeto. Ellas son las encargadas de transmitir el Adat, nombre que reciben sus tradiciones ancestrales, y de reunirse una vez al mes con la Bundo Kanduang, un cargo político que lleva la unidad y el consenso a las familias de la comunidad.



Las Khasi, los Jaintia y las Garo de las colinas de Meghalaya
 


Estas tres comunidades que comparten escenario, Mawlynnong, se rigen por un sistema matrilineal donde las mujeres son más respetadas que en el resto de la India. Como en la mayoría de los casos que te presentamos, el pilar del sistema es la herencia, que en este caso va a parar a la hija menor, aunque no como dueña sino como administradora de los bienes del grupo. Ella se quedará a vivir en la casa materna toda la vida mientras el resto de sus hermanos la abandonarán al casarse. Los hijos varones no reciben nada de sus progenitores aunque, si tienen problemas a lo largo de su vida, son sus hermanas las que tendrán que ayudarles.



 La aldea Umoja al norte de Kenia



Nació como un refugio para mujeres sin hogar donde se sintieran a salvo de la violencia sexual de los soldados británicos pero a día de hoy se ha convertido en una comunidad donde los hombres están prohibidos. Rebecca Lolosoli fue su fundadora en 1990 y desde entonces mantiene en pie este pueblo que sobrevive gracias a un camping para turistas y la venta de joyería realizada por ellas mismas en el centro cultural de la aldea. 



 La tribu Wodaabe en el norte de Nigeria



Es una de las pocas tribus nómadas que aún quedan en África donde el divorcio está normalizado y no lleva asociado ningún estigma social. Las chicas Wodaabe tendrán un matrimonio arreglado por sus padres desde el momento de su nacimiento pero este podrá romperse en cualquier momento y formarse un segundo sin ninguna represalia para la mujer. En su sociedad las mujeres mandan y son ellos, los que a través de la danza Yaake, llaman la atención de sus amadas y de las tres juezas encargadas de elegir al varón más atractivo de todos.
 Las Akan de Ghana





Son el grupo étnico predominante en esta zona de África. Las fundadoras de los clanes son mujeres pero los hombres ocupan posiciones de liderazgo donde se espera que el hombre no solo apoye a su propia familia sino también a sus parientes femeninos. Ellas disfrutan de más poder, riqueza, prestigio e independencia de lo que parece en un primer momento. La palabra técnica para describirlo es ginocracia encubierta y es habitual en las sociedades de descendencia por línea materna, según explica Phil Bartle en sus estudios sobre los Akan.

Las Bribri de Costa Rica




Los forman una veintena de pueblos indígenas que viven repartidos en varios enclaves dentro del país aunque la mayor concentración se encuentra en la cordillera de Talamanca. Se organizan por clanes y cada uno de ellos está formado por una familia extensa que lidera la madre. Ellas son las herederas del patrimonio de los suyos y las autorizadas para preparar los rituales sagrados a base de cacao, uno de los cultivos más numerosos junto al plátano, el maíz, los frijoles y los tubérculos.



Fuente: www.esdiario.com