jueves, 3 de abril de 2014

La Emperatriz Cixí o Zishí






La Emperatriz  Cixí o Zishí (29 de noviembre de 1835 - 15 de noviembre de 1908) Gobernante china que ejerció el poder, primero como regente, y más tarde  como emperatriz viuda desde el año 1861 hasta su muerte en 1908.

Fue  una mujer fuerte y segura de sí misma que tuvo que enfrentarse a muchos  obstáculos por el hecho de ser mujer.

Se movió de la única manera posible en una sociedad de costumbres y rituales complejísimos, en la que las conspiraciones y las muertes conformaban lo que era la vida cotidiana y ser mujer no tenía ningún valor. Por eso tuvo que ser más inteligente, sutil  y cruel que todos los hombres que la rodeaban.


Cixí  fue una excepcional  emperatriz que impulsó la modernidad en China. Su etapa en el poder coincidió con los años de declive de la dinastía Qing o manchú, la última dinastía imperial china. Su nombre de pila era Orquídea, pasando a ser llamada Yehonala (el nombre del clan manchú al que pertenecía) al ser nombrada concubina imperial y más tardíamente se le denominó Emperatriz del Palacio Occidental.

Su historia comienza cuando se convirtió en  la concubina del emperador Xianfeng.  Tras el embarazo del hijo y heredero del emperador, Cixi alcanzó una gran influencia en la Ciudad Prohibida. Lo que  provocó la enemistad de  la emperatriz Ci'an y de uno de los consejeros más poderosos de palacio, Sushun.




Con  la Primera Guerra del Opio y  la  amenaza de los ejércitos occidentales el emperador Xianfeng, huye a su residencia en Yehol junto con la familia imperial y algunos miembros de la Corte.



Antes de morir establece una regencia de las emperatrices Cixi, Ci'an,  Sushun y su hermano el príncipe Kung. La emperatriz Cixi temía la posibilidad de una conspiración palaciega. Al parecer, el consejero Sushun organizó un golpe de Estado para derrocar a las dos corregentes y hacerse él con el poder imperial.

A pesar de todo, la habilidad política de Cixi la ayudó a salvar la dinastía y el destino de su hijo y emperador Tongzi, venciendo las tentativas golpistas de Sushun y regresando a la Ciudad Prohibida.

En 1861, Cixi y la también emperatriz viuda Ci'an se convirtieron en monarcas regentes en nombre del hijo del emperador, Tongzhi, que asumiría el poder imperial al alcanzar la mayoría de edad en 1873. 


Entre 1861 y 1873 las dos emperatrices regentes, asesoradas por el hermano del emperador fallecido, ejercieron el poder imperial de manera conjunta. Cixi no estuvo presente en la coronación de su hijo, ni siquiera podía entrar en la solemne área principal de la Ciudad Prohibida porque era mujer






Todos los decretos se publicaban en nombre de su hijo, pero era Cixí quien los autorizaba con su sello: diez años después de su llegada a la Ciudad Prohibida se había convertido en la auténtica gobernante de China y tenía en sus manos el destino de casi un tercio de la población mundial.



El joven emperador Tongzhi fallecía dos años después de su mayoría de edad y la emperatriz regente Cixi vulneró las normas establecidas de sucesión al nombrar heredero a su sobrino Guangxu, de tres años de edad. Cixi continuó ocupando la regencia junto a Ci'an. Tras la muerte de ésta en 1881, Cixi pasó a ocupar el poder en solitario. El emperador Guangxu murió poco antes que ella, según algunos,  envenenado por órdenes suyas.

En la última década de su vida, sus logros se materializaron en diversos ámbitos. Abolió leyes como la terrible «muerte por los mil cortes» y prohibió el tradicional vendaje de los pies de las mujeres. Se redactó la primera constitución, se declaró la libertad de prensa y se sentaron las bases para una democracia parlamentaria según el modelo inglés.

En lo económico, promovió el tren que unía Pekín con Wuhán, el norte y el sur de China. Con éste llegaron la minería del carbón, la electricidad y el telégrafo. Además, había creado una Marina moderna y formado un ejército bien armado y equipado. Empezó a enviar viajeros a otros países y nombró embajadores en el extranjero. Quiso convertir a su sobrino Puyí en el siguiente emperador, pero fue inútil y la dinastía Qing murió con ella en 1908.