miércoles, 16 de abril de 2014

El Control del Cuerpo de las Mujeres



Desde la antigüedad, Estados y gobiernos siempre han buscado controlar el cuerpo de las mujeres, privándolas de los más humanos de todos los derechos, aquellos que se encuentran en su esfera más íntima y privada. Todavía hoy los derechos sexuales y reproductivos son objeto de vivas controversias ideológicas y son cuestionados en nombre de la cultura, la religión o la moral. 

En 1994, el Plan de Acción de El Cairo fue el primer documento internacional que estableció explícitamente la “salud sexual y reproductiva” y los “derechos reproductivos” como derechos humanos a proteger. A pesar de importantes avances, veinte años después de ese Plan de acción firmado por 179 países, incluido España, aún hay mucho por hacer. Para 800 mujeres al día estar embarazada supone morir por causas relacionadas con el embarazo o el parto, más de 220 millones de mujeres en los países en desarrollo quieren prevenir un embarazo, pero no tienen acceso a métodos anticonceptivos eficaces y sólo el 34% de las mujeres embarazadas reciben una atención prenatal adecuada en los países de ingresos bajos. A pesar de importantes avances, veinte años después de ese Plan de acción firmado por 179 países, incluido España, aún hay mucho por hacer.

 

Para miles de mujeres en todo el mundo, la decisión no es fácil de tomar y en demasiadas ocasiones las legislaciones de los estados penalizan a las mujeres y jóvenes que quieren decidir y no pueden.La alternativa que millones de mujeres han tomado a lo largo de la historia es recurrir a un aborto clandestino, y por tanto inseguro, aunque pueda costarles la vida. Ideologías y fundamentalismos han buscado evitar cualquier avance que suponga conquistar nuevos hitos de autonomía sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. 




 

Conviene destacar que los derechos de las más jóvenes son los más vulnerados. Para millones de jóvenes menores de 19 años ser mujer puede ser una auténtica condena. Todavía demasiadas adolescentes son víctima de discriminación y violencia - hasta un 50% de las agresiones sexuales se cometen contra niñas menores de 16 años- y a menudo sometidas a matrimonios tempranos y forzosos, que en muchas ocasiones desembocan en embarazos adolescentes que lastran sus oportunidades de estudiar, desarrollarse, trabajar; en definitiva de vivir su vida a su manera. Las cifras, aunque conocidas no pueden dejar indiferente a nadie: más de 60 millones de niñas están casadas, 1 de cada 3 contra su voluntad, y dieciséis millones de adolescentes de 15 a 19 años dan a luz cada año; de ellas 70.000 mueren debido a complicaciones en el embarazo y el parto, especialmente en los países en desarrollo.