sábado, 26 de abril de 2014

El Acoso Callejero.Un asunto de Derechos Humanos


El acoso de la calle es cualquier acción o comentario  entre desconocidos en lugares públicos. Es una falta de respeto, no deseada, amenazante y / o de hostigamiento y está motivada por el género o la orientación sexual. El acoso de la calle es un asunto de derechos humanos, ya que limita la capacidad de las mujeres para estar en público tan a menudo o tan cómodamente como la mayoría de los hombres. Los  hombres se atribuyen el derecho a "invadir" a las mujeres en los espacios públicos. El acoso callejero va desde miradas lascivas, silbidos, bocinazos, ruidos que imitan besos, comentarios soeces, a un comportamiento más insultante y amenazante como los gestos vulgares, comentarios  con carga sexual, a acciones ilegales como son la masturbación pública, las caricias sexuales y hasta, incluso, el asalto y el  asesinato. 



 La edad que tienen las mujeres que sufren  el acoso de la calle a menudo comienza en la pubertad. En un estudio de 811 mujeres de 2008 llevado a cabo por Stop acoso de la calle, casi 1 de cada 4 mujeres habían experimentado acoso en la calle a los 12 años y casi el 90 % a los 19 años. Mientras que el acoso de la calle es más frecuente para los adolescentes y las mujeres en la veintena, la probabilidad de que esto ocurra nunca desaparece e incluso las mujeres de 80 años tienen historias que contar. Y no es cosa baladí porque los piropos y en general cualquier acoso callejero  pueden generar en las mujeres desde miedo o vergüenza al hostigamiento hasta bronca, impotencia y necesidad de salir a la vía pública acompañada de un amigo o familiar





Aunque las mujeres también pueden acosar a los hombres en público, la desigualdad de género significa que la dinámica de poder en juego, la frecuencia del acoso, la amenaza subyacente de la violación, y el impacto en la vida de la persona acosada es raramente comparable a los hombres que acosan las mujeres. Además la gente tiende a culpar a las mujeres por su incidencia sobre la base de lo que llevan puesto o a qué hora del día están en lugares públicos.



En todo el mundo, más del 90 por ciento de las mujeres han sufrido acoso público. Y tenemos que denunciar que no es un cumplido, ni una molestia menor, o es por culpa de una mujer. Es el comportamiento de intimidación y hostigamiento que no podemos ignorar








La artista Tatyana Fazlalizadeh empezó una campaña en las principales calles estadounidenses, donde se ven caras de mujeres reales que han sido acosadas. El trabajo de la pintora e ilustradora, nacida en Oklahoma y de orígenes iraníes y afroamericanos, fotografía primero a las voluntarias, luego dibuja sus rostros, siempre con mirada desafiante, y por último los imprime en carteles en blanco y negro junto a mensajes que ponen en mayúsculas: "Las mujeres no salen a la calle para el entretenimiento de los hombres". Muchas de las protagonistas de esta iniciativa pertenecen a las minorías afroamericana, asiática o latina, grupos donde la incidencia de este tipo de agresiones es mayor.






De ahí que algunos de los carteles estén escritos en español. “No me llamo mamacita, chiquita, preciosa, cht, cht,”, puede leerse en uno de los pósters protagonizados por una hispana. "Mi nombre no es 'pequeña'", "Mi ropa no es una invitación", "No estoy aquí para ti", "Las mujeres no buscan tu aprobación". Estas son algunas de las frases que la artista ha trasladado a un espacio, la calle, donde las mujeres se sienten a menudo "incómodas e inseguras", explica en el manifiesto de su campaña. Fazlalizadeh ha querido llevar los mensajes de las mujeres al mismo escenario donde son víctimas del acoso, la calle. A modo de advertencia para ellos, y de recordatorio para ellas: "No estáis solas”






No os perdáis la parodia humorística de Anabel Alonso sobre los piropos