Karen Horney (Blankenese, Alemania, 16 de septiembre
de 1885 - Nueva York, 4 de diciembre de 1952).Psicóloga y psicoanalista alemana
naturalizada estadounidense. Karen Horney
es considerada la primera feminista
psicoanalista.
Fue
una destacada exponente de la escuela psicoanalítica culturalista junto a Erich
Fromm y Harry
Stack Sullivan .
Está
considerada como una de las fundadoras de la psicología humanista
En
una época en que pocas mujeres estudiaban, la madre alentó a Karen, desde que
tenía 13 años, para que estudiara medicina. Con ese fin, tenía que integrarse
en el liceo de Hamburgo que, recientemente, había autorizado por primera vez el
acceso de chicas. Así lo hizo, en contra de la voluntad de su padre. Tres años
después, fijó su residencia en Hamburgo para realizar los estudios previos de
acceso a la Universidad. Fue apoyada por su madre quien, para sufragar los
gastos, alquiló a jóvenes estudiantes algunas habitaciones de la casa.
Horney estudió
en las universidades de Friburgo y Berlín, y posteriormente impartió clases en
el Instituto de Psicoanálisis de Berlín.
En
1932 emigró a Estados Unidos donde trabajó en el Instituto de Psicoanálisis de
Chicago y en el Instituto de Nueva York, y posteriormente ejerció como decana
en el Instituto Estadounidense de Psicoanálisis y como profesora en el Medical
College de Nueva York.
En
1934 fundó el Instituto Americano de Psicoanálisis en Nueva York.
En
mayo de 1935, fue elegida miembro de la Asociación Psicoanalítica de Nueva York
y analista didacta del Instituto Psicoanalítico de tal sociedad.
Obra:
Horney aporta conceptos bastante relevantes en la
historia de la psicología, ya que gracias a su teoría se iniciaron los primeros
escritos sobre la psicología de géneros y sigue vigente hasta el día de hoy. Su
teoría es una de las pocas en hablar sobre el sexo femenino y mostrar una idea innovadora basada en sus
propias experiencias.
Sus
teorías cuestionaron ciertos puntos tradicionales del pensamiento de Sigmund
Freud, (*1) como por ejemplo, que las diferencias psicológicas entre el
hombre y la mujer no son producto inherente de la biología humana, sino que
deben su origen a diversos factores culturales y sociales. Horney creía que
muchos de los problemas psíquicos tenían su origen en la infancia, haciendo
especial hincapié en la cultura y pautas establecidas de comportamiento de la
comunidad en la que el individuo ha vivido, las cuales estarían muy
relacionadas con esos trastornos, frente al innatismo y genetismo del
psicoanálisis freudiano.
Su
pensamiento es clasificado dentro del neofreudismo
Horney
destaca también por su teoría de la personalidad, en la que considera al
individuo de forma holística, como una unidad dentro de un marco social,
influyendo y siendo influido por su ambiente.
En
1935 abandonó el tema de la Psicología femenina porque sentía que el papel de
la cultura en la formación de la psique femenina hace que sea imposible
determinar lo que es claramente femenino. En una conferencia titulada "La
mujer es el miedo de Acción" (1935), argumentó que sólo cuando las mujeres
se hayan liberado de las concepciones de la feminidad fomentada por culturas dominadas
por hombres, podremos descubrir la forma en que realmente se diferencian de los
hombres psicológicamente.
Entre
sus numerosas obras destacan La Personalidad Neurotica de Nuestro Tiempo *(1937),
Nuevas perspectivas del psicoanálisis (1940), Autoanálisis (1942), Nuevos
conflictos interiores (1945) y Neurosis y desarrollo humano (1950).
Karen
Horney, una pionera de la ruptura con el modelo freudiano para explicar la
psicología femenina y el desarrollo humano sano y neurótico.
(*)
Karen Horney: La personalidad
neurótica de nuestro tiempo
(*1)Envidia del pene Karen Horney criticó la idea freudiana de envidia al pene. Aunque aceptó que esto de hecho ocurría en algunas mujeres neuróticas, estaba muy lejos de ser un fenómeno universal. Sugirió que lo que parecía ser una envidia al pene era realmente una envidia justificada al poder de los hombres en este mundo.
De hecho, decía, podría haber una contrapartida masculina a la envidia al pene en los hombres, la envidia al útero, significando a aquella envidia que se siente ante la habilidad femenina de criar hijos. Quizás, el grado hasta donde muchos hombres se dirigen a por el éxito y de querer que sus apellidos perduren después de su muerte es una compensación por su incapacidad de perdurar una parte de sí mismos a través de llevar consigo, amamantar y criar sus hijos/as.