Lucrecia.
Mujer de la antigua Roma, coetánea del
último rey romano Lucio Tarquinio el Soberbio (534-510 a. C.). Era hija de Espurio
Lucrecio Tricipitino, ilustre romano,y contrajo matrimonio con Colatino. Fue
víctima de una violación por parte del hijo de Lucio Tarquinio. Este ultraje y
el posterior suicidio de Lucrecia, según cuentan, influyeron en la caída de la
monarquía y en el establecimiento de la República. Tito Livio, en la narración
que hace de Lucrecia nos cuenta que tenía fama de mujer hacendosa, honesta y
hermosa. Estando en el campamento romano Sexto Tarquinio ,hijo del Rey, y Lucio
Tarquinio Colatino ,sobrino también del rey, cruzaron apuestas sobre cual de
sus esposas era más virtuosa. Presentándose en Roma de improviso, encontraron a
la esposa del hijo del rey en plena orgía, mientras que la esposa de Colatino,
la bella Lucrecia, se encontraba tejiendo en sus aposentos esperando la llegada
de su esposo. Ganada la apuesta por este
último, no pudo evitar que el hijo del rey se sintiera profundamente atraído
por la belleza y virtud de Lucrecia y urdiendo un plan se presentó en el
domicilio de Lucrecia espada en mano y bajo la amenaza de que si no
correspondía a sus pretensiones la mataría; y que luego mataría a un esclavo, y
lo colocaría en el lecho junto a Lucrecia y diría que los había encontrado
deshonrando el nombre de su esposo y su familia. En aquel momento Lucrecia fue violada por
Sexto Tarquinio, hijo del rey de Roma.
Al día siguiente llamó Lucrecia a su esposo, a su padre y a un primo del
rey, Lucius Junius Brutus y después de contarles lo ocurrido saco un puñal y después de pronunciar la frase: «¡Ninguna
mujer quedará autorizada con el ejemplo de Lucrecia para sobrevivir a su
deshonor!» se atravesó el pecho suicidándose. Con ese gesto Lucrecia se
convirtió en un símbolo de castidad, pudor, fidelidad, pureza. La victima se convirtió en culpable. En el imaginario
colectivo posterior Lucrecia, desgraciadamente,
fue el ejemplo, repetido hasta la saciedad durante
toda la Antigüedad, de la castidad de todas las mujeres. Un ejemplo de cómo las
mujeres deberían actuar ante la deshonra.
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En
la actualidad, en los países que todavía rige el código de honor a las Mujeres
que no asumen el papel de Lucrecia se las “suicida”.La victima es culpable de
la violación. “El honor” de toda la familia ha sido mancillado, por eso el
padre, el hermano o cualquier familiar varón tiene derecho a matarlas.
(*)
Adviértase que de la esposa del hijo del rey, la que estaba en plena orgía, no
se conoce el nombre. Yo lo he buscado y no lo he encontrado. ¡Una pena! Porque es
precisamente las mujeres como ella las
que me interesan y no la modélica Lucrecia
