jueves, 28 de noviembre de 2013

“La Arruga es Bella”


“La Arruga es Bella”, ese debería ser el slogan de la Mujer sabia. Irene Papas decía que le gustaba mucho su cara arrugada porque le había costado mucho trabajo conseguir sus arrugas. Sin duda un buen ejemplo, pero, ¿por qué es tan difícil de seguir? Las Mujeres se sienten hostigadas por el horror a envejecer. Al llegar a cierta edad muchas mujeres se sienten “estafadas”. Los sueños, las promesas, los deseos que no se han realizado no se cumplirán jamás y corren como locas a recuperar el tiempo perdido. Corren de Benidorm a Canarias pasando por cualquier balneario, operación estética, pista de baile, cremas milagrosas, tintes, cursos de informática o de aeróbic. Lo que se tercie. Sin embargo,la edad  no nos envejece a todos por igual. Una señora con canas es vieja. Un señor con canas es un hombre “madurito” y atractivo. ¿Quién lo ha decidido? ¿O es que los 50 años de una señora son más años que los 50 años de un señor? ¿Qué pesa más un kilo de hierro o un kilo de algodón?: Los 50 años de la señora. ¡Por supuesto! Tampoco  la edad  deja hacer a las mujeres las mismas cosas que a los hombres. Por ejemplo, liarse con un hombre más joven. Diane Keaton en la película,”Cuando menos te lo esperas”, dirigida, por cierto, por una mujer, tiene que elegir entre Keanu Reeves, un hombre joven, guapo, sensible, culto y con vida sexual y  Jack Nicholson, viejo, feo, grosero, machista, ignorante, y que toma viagra. ¿Y a quién elige? Efectivamente, a Jack Nicholson. ¿A quién sino? El masoquismo ancestral impuesto por el patriarcado siempre aflora”Cuando menos te lo esperas”. También se puede ser un viejo verde. Socialmente está aceptado. Aceptamos “viejo verde” como animal de compañía. ¿“Vieja verde”? ¡Nunca! ¡Qué escándalo! ¡Que le apaguen a esa señora el furor uterino! (*) Y qué decir de las críticas a las mujeres que “se visten como jovencitas”¿ Existe un código reglado de vestimentas acordes con la edad? ¿Dónde está? ¿Quién lo ha estipulado?
“Asume tu edad, asume tu edad”, me dicen. ¡Qué me asuma ella a mí! ¿O es que tengo que hacerlo todo yo sola? Además, una siempre tiene 20 años en el corazón y los espejos siempre mienten: sólo reflejan nuestro cuerpo, nunca nuestros sueños. Entonces, ¿en qué quedamos, en que  “La Arruga es Bella” o en el  elogio a Peter Pan? Yo para estos casos siempre saco el comodín: “La Naturaleza es la que pone mis límites, no la Sociedad”. Y menos una sociedad machista, hecha por y para los hombres. ¡Hasta ahí podíamos llegar…!

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(*) Simone de Beauvoir cuenta que le preguntaron a la princesa Metternich a qué edad la carne deja de atormentar a una mujer:”No sé, contestó, sólo tengo setenta y cinco años”.
Texto: Ana& Heterónimas