jueves, 15 de octubre de 2020

Maria van Oosterwijk. Pintora del Siglo de Oro neerlandés

 
Maria van Oosterwijk (Países Bajos, 1630- 1693) Pintora del Siglo de Oro neerlandés especializada en la pintura de naturalezas muertas florales.

Alumna de Jan Davidsz de Heem, sus obras, fechadas entre 1667 y 1689 las que están datadas, llegaron a ser muy populares entre la aristocracia europea.

Fue admirada, entre otros, por Leopoldo I de Habsburgo, Luis XIV de Francia o Guillermo III de Inglaterra, no obstante nunca fue admitida en los gremios que reunían a los artistas por su condición de mujer.




 
Su padre la llevó, cuando aún era muy joven, al taller del maestro pintor Jan Davidsz de Heems. Bajo la tutela de Heem, van Oosterwijck desarrolló su interés en la pintura floral. Se convirtió en su alumna y mostró ella misma un talento para pintar vívidas pinturas realistas.

A parte de ser una talentosa pintora, también fue una sabia empresaria; consiguió los servicios de un agente en Ámsterdam para vender sus obras a los alemanes.

Alcanzó más fama internacional cuando Cosimo III de Medici viajó a Ámsterdam en 1667 y juzgó sus pinturas al mismo nivel que las de su maestro, Willem van Aelst, pues la familia toscana tiene una larga historia apoyando obras producidas por mujeres, brindándoles prestigio.

A pesar de que sus talentosas pinturas de flores eran buscadas por holandeses y otros coleccionistas, se le denegó la afiliación al gremio de los pintores, ya que las mujeres no tenían el permiso. ​
Esto no impidió que amasase una fortuna, la cual invirtió en fines caritativos, notablemente eran los rescates a soldados holandeses capturados por piratas argelinos, en más de una ocasión, tal y como quedaron documentados en los archivos de Ámsterdam. 




 
Muy pocas mujeres eran artistas profesionales durante el 1600. Van Oosterwijck dedicó su vida a la pintura en vez de ser una esposa y madre Que se tenga conocimiento, María van Oosterwijck pintó un total de 24 obras.

Van Oosterwijck creó pinturas florales y de bodegón con temas alegóricos durante un período en que semejantes trabajos eran muy buscados por Centro Europa. Junto con Ruysch, ambas fueron juzgadas de ser las más eminentes pintoras de bodegones de los Países Bajos. 



El trabajo de van Oosterwijck, usando colores muy vivos, está ricamente detallado, a veces demostrando una técnica de claroscuro en su uso de la luz y sombra



En 1689, van Oosterwijck creó su última obra conocida, un bodegón presente en la Colección de su Majestad la Reina en el Palacio de Kensington, Londres.