domingo, 22 de enero de 2017

Anne Hébert.Poeta y escritora quebequense.



Anne Hébert (Quebec, 1 de agosto de 1916 – Montreal, 22 de enero de 2000) Escritora, poeta y guionista canadiense en lengua francesa.

Anne Hébert encabezó el movimiento de renovación poética en el Canadá francófono a partir de la década de los cuarenta.

Su obra describe el conflicto entre la vida interior y la exterior -el mundo moderno- del artista creativo, enfatizando en su poesía la necesidad de trabajar en el mundo cotidiano como camino hacia la redención espiritual.




En 1942 publicó su primer libro de poemas, Los Sueños en equilibrio.

En 1950 su segunda obra fue El torrente.

En 1953 se publicó La tumba de los reyes aparece, una obra en la que había trabajado durante diez años.

En 1953 fue contratada como script en el National Film Board of Canada.

Trabajó a continuación en Montreal como guionista hasta el otoño de 1954.

En 1958 se publicó la novela Habitaciones de madera y Anne Hébert es elegida miembro de la Royal Society of Canada en junio de 1960.

En 1965, tras la muerte de su madre se trasladó a París.

En 1970, tras la publicación de su segunda novela, Kamuraska, alcanza por fin el éxito.


En 1975 aparece Los hijos del sabbat, una tercera novela.

En 1978, el primer ministro de la provincia de Quebec, René Lévesque le ofrece el puesto de teniente gobernador de Quebec, cargo que rechaza.

En 1982, tras la aparición de su cuarta novela, Eloísa, la escritora se convierte en la cuarta canadiense francófona y en la segunda quebequesa que obtiene un gran premio literario. Consigue el premio Femina por su quinta novela, Los locos de Bassan




En 1983, es nombrada doctor honoris causa por la Universidad de Laval. Este título se agrega a los obtenidos anteriormente, por la Universidad de Toronto en 1969, Universidad de Guelph en 1970, UQAM en 1979 y por último, Universidad McGill en 1980.

En 1988 publica su sexta novela, El primer jardín, homenaje a las mujeres fundadoras de Nueva Francia.

En 1992, una séptima novela, El niño cargado de sueños, aparece.

En 1995, a los 70 años, publica Aureliano, Clara, la señorita y el teniente inglés, una historia a medio camino entre la poesía y la prosa.
Su quinto libro de poemas, Poemas para la mano izquierda se publica dos años después.

A principios de 1998, Anne Hébert, que llevaba 32 años viviendo en París regresa a Montreal.

En 1999 publica la que será su última novela, Un traje de luz. En efecto, muere unos meses más tarde en el hospital Notre-Dame de Montreal el 22 de enero de 2000. Tenía 83 años.


Premios literarios:

1943 : Premio Athanase-David, Los sueños en equilibrio
1958 : Premio Quebec-París, Las habitaciones de madera
1958 : Premio Ludger-Duvernay, por su obra poética
1968 : Premio Molson, por su poesía
1971 : Premio de los libreros de Francia, por Kamuraska
1975 : Premio del Gobernador general, por Los hijos del Sabbat
1976 : Premio Príncipe Pierre de Monaco, por el conjunto de su obra
1978 : Premio Athanase-David, por el conjunto de su obra
1982 : Premio Femina, por Los locos de Bassan
1992 : Premio del Gobernador general, por El niño cargado de sueños
1993 : Premio Alain-Grandbois, por Le jour n'a d'égal que la nuit
1993 : Premio Gilles-Corbeil, por el conjunto de su obra
1999 : Premio France-Québec, por Un traje de luz
2000 : Premio Jean-Hamelin, por Un traje de luz



Reconocimientos:

1989 : Compagnon de la Orden del Canadá
1985 : Oficial de la Orden nacional del Quebec

 “Misterio de la palabra” Nuestro corazón desconocía el día cuando el fuego nos fue así entregado, y su luz hizo un surco en la sombra de nuestros rasgos Era ante todo flaqueza, la caridad estaba sola adelantándose al miedo y al pudor Inventaba el universo en la justicia primera y éramos partícipes de esta vocación en la extrema vitalidad de nuestro amor La vida y la muerte en nosotros recibieron derecho de asilo, se miraron con ojos ciegos, se tocaron con manos precisas Unas flechas de olor nos alcanzaron, atándonos a la tierra como heridas en nupcias excesivas Oh estaciones, río, alisos y helechos, hojas, flores, madera mojada, hierbas azules, todo nuestro haber sangra su perfume, bestia olorosa en nuestro flanco Los colores y los sonidos nos visitaron en tropel y en pequeños grupos fulminantes, mientras que el sueño duplicaba nuestro encanto como la tormenta eléctrica cierne el azul del ojo inocente La alegría se puso a gritar, joven parturienta de olor salvajino bajo los juncos. La primavera liberada fue tan hermosa que nos tomó el corazón con una sola mano Los tres golpes de la creación del mundo repicaron en nuestros oídos, vueltos iguales a los latidos de nuestra sangre En un solo deslumbrar se hizo el instante. Su relámpago nos recorrió el rostro y recibimos la misión del fuego y de la quemadura Silencio, ni se mueve, ni dice nada, se funda la palabra, levanta nuestro corazón para asir el mundo en un solo gesto de tormenta, nos adhiere a su aurora como la corteza al fruto Toda la tierra vivaz, el bosque a nuestra derecha, la profunda ciudad a nuestra izquierda, en pleno centro del verbo, avanzamos en la punta del mundo Frentes de cabellos ensortijados donde se corrompe el silencio en pelambres almizclados, todas las muecas, viejas cabezas, mejillas de niño, amores, arrugas, alegrías, duelos, criaturas, criaturas, lenguas de fuego en el solsticio de la tierra Oh hermanos míos los más negros, todas las fiestas gravadas en secreto; pechos humanos, calabazas que son músicas y donde se exasperan voces cautivas. ” Anne Hebert -