Alicia
Miyares Fernández (Arriondas, Asturias 30 de abril de 1963) Filósofa y
escritora feminista española.
Doctora
en Filosofía por la Universidad de Oviedo, es conocida por sus trabajos sobre
igualdad y política, educación y derechos de ciudadanía.
Se
licenció en 1986 en Filosofía y Letras en la Universidad de Oviedo.
Se
doctoró en 1990 con una tesis sobre La filosofía de Nietzsche, dirigida por Amelia Valcárcel.
De
1993 a 1995 fue jefa de gabinete de la Consejería de Educación y Cultura del
Gobierno de Asturias con Amelia Valcarcel al frente de la consejería.
En
2006 trasladó su residencia a Madrid y se incorporó como consejera técnica a la
Unidad de Igualdad "Mujer y Ciencia" del Ministerio de Educación y
Ciencia (2006-2008).
De
2008 a 2011 fue asesora del gabinete de la vicepresidenta primera del Gobierno
(2008-2011) con María Teresa Fernández de la Vega.
Desde
2012 es jefa del Departamento de Filosofía y profesora del Instituto Humanejos
de Parla (Madrid).
También
es integrante del Consejo Rector del Instituto Asturiano de la Mujer y
secretaria de la Asociación Española de Filosofía María Zambrano.
Sus
líneas de investigación son los aspectos sociales, políticos y morales del
siglo XIX y su repercusión en la historia del feminismo; el feminismo como
filosofía política; y la democracia actual y su perfeccionamiento.
Especialista
en políticas de igualdad y participación política, forma parte del proyecto de
investigación El camino hacia la paridad, de la Universidad de Oviedo. Ha
publicado numerosos trabajos sobre la representación política de las mujeres en
las instituciones y las repercusiones de la aplicación de las cuotas en los
partidos políticos, demostrando con cifras cómo los cambios impiden a las
diputadas consolidar el liderazgo en sus grupos y cómo ―denuncia Miyares― «los
varones son insustituibles y las mujeres son intercambiables».
En
"La paridad como derecho" (2007) donde analiza la situación del
Congreso de Diputados en sus primeras siete legislaturas.
Miyares
argumenta el carácter eminentemente democrático de la paridad como principio de
igualdad y recuerda que para poder hablar de democracia plena no solo han de
cumplirse los criterios de voto individualizado, diversidad de partidos y
períodos electorales, sino corregir también los fallos de representatividad.
La
paridad garantiza el derecho civil de las mujeres a ser electas y también a
representar políticamente a la ciudadanía, no es una concesión a la
representatividad de las mujeres que dependa del voluntarismo de los partidos
políticos, es un derecho que no puede ser alterado dependiendo de las
circunstancias políticas exactamente igual que el derecho al voto y, por ello
debe ser registrado como un derecho constitucional de las mujeres.
En
el año 2003 publica Democracia feminista.
Propone una democracia feminista que pueda reemplazar los dos modelos
democráticos operantes en Occidente (la democracia liberal y la democracia
social). Para Miyares, el liberalismo no puede tomar en cuenta a la mujer
porque su idea de la persona se basa en la propiedad, y el marxismo no
considera a la mujer como una clase social. Intenta reconciliar la libertad y
la igualdad al declarar que para un feminismo político una defensa de la
igualdad tiene que ser al mismo tiempo una defensa de la libertad, y que toda
igualdad es libertad mientras que toda desigualdad es una falta de libertad.
Defiende
que el feminismo es una teoría política con el mismo sentido de transformación
de la realidad que tuvieron el liberalismo y la socialdemocracia.
Otro
de los focos de trabajo de Miyares es la incidencia de la religión en los
derechos de las mujeres. Denuncia que la religión se sustenta en valores
predemocráticos (la fe, la esperanza y la caridad) premisas desde la que no se
puede organizar una sociedad democrática.
Alicia
Miyares ha expresado en múltiples ocasiones su opinión sobre la gestación subrogada, conocida también como
«vientres de alquiler». La filósofa expresa su pensamiento sobre este asunto
apoyándose en el feminismo.
Junto
a otras filósofas y constitucionalistas, como Amelia Valcárcel y Victoria
Camps, entre otras, y con el respaldo de una parte del movimiento
feminista, se une a la voz del manifiesto No somos vasijas en el año
2015, en el cual se reivindica que la mujer no ha de ser tratada como una fábrica
de productos para terceros y, más allá, se condenan las ataduras de las
que, tras firmar un contrato, es víctima la mujer y su carencia de potestad
sobre las decisiones tomadas alrededor de la vida de la niña o el niño, entre
otras muchas cosas. A este movimiento se han sumado también las filósofcas Ana de
Miguel, Alicia Puleo o la socióloga Soledad
Murillo
Fue
autora del manifiesto Porque yo decido entregado en el Congreso de Diputados
durante la manifestación del "Tren de la Libertad" organizada en
Madrid el 1 de febrero de 2014 en contra de los cambios de la ley del aborto en
España.
En
febrero de 2016 fue reconocida con el premio Comadre de Oro especial por su
texto de El Tren de la Libertad por la Tertulia Feminista Les Comadres.
Fuente: Wikipedia