En Irlanda, Magdalenas
y en
España, Evas. Un nombre mal recibido que entrañaba pecado. En España el nacional
catolicismo hizo lo mismo. Os dejo un enlace donde denuncian las coincidencias
en España con las víctimas de Las Hermanas de la Magdalena. http://consuelogdelcid.blogia.com/2013/020701-las-hermanas-de-la-magdalena-magdalene-laundries.php
El
Patronato Nacional Antituberculoso y el Patronato de Protección a la Mujer, en
nombre de ambos Patronatos se cometieron las atrocidades mayores y verdaderos
crímenes contra la humanidad. El gobierno español, a diferencia del irlandés, niega
los hechos acontecidos hasta 1984. Niñas maltratadas. Adolescentes encerradas.
Bebés robados. Los hechos, en mayor o menor medida, tuvieron lugar en
España hasta 1984. Cualquier padre podía deshacerse de su hija si su conducta
no encajaba con los rigores o patrones familiares. Las rebeldes eran entregadas
a una institución que se llamó Patronato de Protección a la Mujer, presidida
por Carmen Polo de Franco. El Patronato decidía el destino de las menores tras
pasar por un centro llamado COC –Centro de Observación y Clasificación- , que
funcionaba a modo de comisaría en manos de monjas Trinitarias. Ellas entregaban
a las menores los conventos del
Patronato, reformatorios en régimen carcelario o semi carcelario, dependiendo
de su dureza. San Fernando, Villalba, Baeza...eran los tres considerados
peores. Las madres solteras eran destinadas a Peña Grande, un reformatorio en
manos de las Cruzadas Evangélicas donde la presión por ceder el niño a la
adopción era algo habitual, así como el robo de bebés a las más desamparadas. Por
otro lado, niñas de 6 a 15 años (salvo excepciones) eran captadas en los
colegios públicos por la Sección Femenina, que ofrecía unas maravillosas
vacaciones en nombre del Patronato Nacional Antituberculoso. Esas vacaciones
que tuvieron lugar hasta 1975 en el Preventorio del Doctor Murillo, Guadarrama,
se convirtieron en el peor de los infiernos. Malos tratos, castigos físicos y
psíquicos por parte de las llamadas cuidadoras. Las niñas eran obligadas a
ingerir su propio vómito, entre otras muchas cosas. Algunas continuaron la
cadena estatal de centros. Las embarazadas por Peña Grande y las rebeldes por
San Fernando o Villalba. Presuntamente el origen de la trama del robo de niños
-300.000- procede del Patronato de Protección a la Mujer. Algunas, como las
Magdalenas, llevan años luchando por el esclarecimiento y verdad de los hechos.
El país que niega u olvida su historia, está condenado a repetirla.