Jeanne de Belleville (ca. 1300- 1359). Corsaria. Noble francesa recordada porque se convirtió en corsaria en el siglo XIV para vengar la muerte de su marido, Olivier IV de Clisson, luchando contra el rey de Francia, Felipe VI de Francia, en los albores de la guerra de sucesión de Bretaña.
También es conocida como Jeanne de Clisson y apodada la tigresa bretona o también la Dama de Clisson
A los 12 años la casaron con Geoffroy, señor de Chateaubriant .Cuando murió en 1326, Juana contrajo segundas nupcias con Olivier IV de Clisson.
Olivier IV de Clisson fue condenado en el año 1343 a la decapitación por felonía, por el rey Felipe VI de Francia. El cuerpo de Olivier fue colgado en el gibet de Montfaucon, en París, y su cabeza fue enviada a Nantes y expuesta sobre una pica en una puerta de la ciudad.
Esa ejecución rápida sin que la culpabilidad fuese demostrada, chocó a sus coetáneos. Además no era costumbre que el cuerpo de un noble sufriera ultrajes póstumos. Juana no pudo perdonar al rey su crueldad y que Carlos de Blois se hubiera involucrado en aquella muerte que ella consideraba como un asesinato.
Juró vengarse e hizo jurar también a sus hijos Guillaume y Olivier (Olivier V de Clisson) que vengasen la muerte de su padre.
Un gran número de señores de Bretaña abrazaron su causa y junto a ellos, comenzó una guerra sin cuartel contra el rey y Carlos de Blois.
Nacía la leyenda de la "leona bretona". Durante más de cuatro años (entre enero de 1343 y septiembre de 1347) asaltó una cantidad indeterminada de barcos franceses, y las crónicas de la época relatan que los "zarpazos" de la "leona bretona" resultaban letales. Al margen del interés francés en proyectar una imagen despiadada de Jeanne, la mayoría de las fuentes describen auténticas carnicerías.
Amenazada en tierra, mandó armar dos navíos para llevar a cabo, siempre acompañada de sus dos hijos, una guerra marítima en contra de los navíos comerciales franceses. Luego de algunos combates en que les provocó serias pérdidas, sus barcos cayeron en manos francesas pero Juana consiguió huir con sus hijos en un bote.
Después de cinco días a la deriva, Guillaume murió de sed, de frío y de agotamiento. Juana y Olivier lograron finalmente alcanzar Morlaix, donde fueron acogidos por unos partisanos de la familia de Montfort.
Juana se refugió en Inglaterra donde su hijo Olivier, que tenía 12 años, fue educado en la corte de Eduardo III. Allí fue tratado con los mismos honores que el hijo de Juan de Monfort, el futuro Juan V de Bretaña.
Jeanne de Belleville se casó en 1356 con Walter de Bentley, un noble inglés teniente del rey Eduardo III de Inglaterra en Bretaña y capitán de las tropas inglesas que combatían para Juan de Montfort contra Carlos de Blois.