Eliška Junková, (16 de noviembre de 1900–5 de enero de 1994) Piloto de automovilismo checoslovaca.
También conocida como Elizabeth Junek
Es considerada como una de las mujeres más destacadas en la historia del automovilismo.
Su primera carrera fue en 1923. En los siguientes años consiguió ganar en Lachotin-Tremosna en al categoría de Turismos, suceso que fue celebrado en su país
En 1925 terminó también primera en Zbraslav-Jiloviste y Junek compró un segundo Bugatti para celebrarlo. Eliska cobró fama por toda Europa, siendo llamada La reina del neumático.
En 1926, corrió en el Klaussenpass de Suiza y en el Targa Florio, circuito caracterizado por su dureza.
Eliska demostró una gran técnica al volante y consiguió acabar en cuarto puesto antes de estrellarse. En lo sucesivo, ella ganó en Nürburgring (Alemania), lo que la convirtió en al única mujer de la historia en ganar un Gran Premio.
Tras conseguir, en 1928, ganar el Targa Florio, adquirió un nuevo Bugatti Type 35 que le permitió estar entre los grandes pilotos masculinos.
De vuelta a Nürburgring en julio de 1928, compartió volante con su marido. Este se salió de la pista y falleció al instante. Junek quedó muy impactada y dejó la competición, vendió sus coches y retomó su primera pasión, viajar.
No volvió a encontrar amor hasta principios de la Segunda Guerra Mundial.
Elïska ha vivido hasta los 94 años, cayendo en el olvido su trayectoria profesional hasta la caída del Telón de Acero, recuperando su posición en la historia del motor.
Su última aparición fue en 1989, a la edad de 91 años, donde asistió como invitada de honor a una reunión de Bugatti en los Estados Unidos.
En 1994, falleció en Praga a la edad de 93 años.
Escribió un fantástico libro de memorias Mi recuerdo es Bugatti (1972).