Olga de Kiev (879-969). Gobernante, guerrera y santa del pueblo rus.
De origen varego se casó con el futuro Ígor de Kiev, posiblemente en 903. Tras la muerte de Ígor, gobernó la Rus de Kiev como regente (945-969) de su hijo, Sviatoslav I de Kiev.
Fue la primera soberana de los eslavos en convertirse al cristianismo. Las ceremonias para su recepción formal en Constantinopla aparecen descritas minuciosamente por el emperador Constantino VII en su obra De Ceremoniis. Tras su bautismo, tomó el nombre cristiano de Yelena, en honor de la emperatriz reinante Elena Lecapena.
El príncipe drevliano la quería en matrimonio y la sumisión de su imperio. Pero Olga asesinó a todos los embajadores que la intentaban persuadir. Incluso engañó a una representación drevliana, quemándolos vivos dentro de un edificio. Debilitados sus enemigos, Olga preparó un ejército. Puso sitio a la ciudad enemiga. A cambio de paz pidió tres gorriones y tres palomas de cada casa. Entonces Olga, ató a cada una de las aves un hilo con azufre y ascuas envueltas con tela y las liberó. Tomó la ciudad, la quemó, y capturó a los ancianos de la ciudad. Otros cautivos fueron asesinados, mientras que algunos fueron entregados como esclavos a sus seguidores. Dejó vivir a los restantes, que pagaron el tributo que ella exigía. Se puede decir que los drevlianos prácticamente desaparecieron de la historia.