Élisabeth
Thuillier (1841-7 de julio de 1907) y Marie-Berthe Thuillier (1867-1947) Fueron
un equipo de madre e hija de coloristas francesas.
Dirigieron
un taller en París, donde sus empleados colorearon a mano las primeras
películas y diapositivas fotográficas utilizando sus planos y opciones de
color. Se les recuerda especialmente por el trabajo que hicieron para el
director Georges
Méliès .
Élisabeth
Thuillier tenía experiencia en la coloración de diapositivas para linternas mágicas y en otros tipos de trabajos fotográficos y de color.
Berthe
Thuillier puede haberse incorporado al trabajo en 1887, cuando tenía diecinueve
años; continuó como jefa de la fuerza laboral después de la muerte de su madre
Las
Thuillier habían comenzado a colorear películas en 1897. Este trabajo
cinematográfico era todavía nuevo y se le dio el último lugar en la descripción
impresa de la exposición de Élisabeth Thuillier para la Exposición Universal de
París en 1900. Su longitud refleja el amplio alcance de Negocio de Thuillier:
Contaba
con una plantilla de 220 trabajadoras y un sistema de trabajo propio del
fordismo.
Su
trabajo más famoso es “Viaje a la Luna” en 1902. Las mujeres dominaron este
campo, algo que puede resultar inusual si tenemos en cuenta la época, pero las
razones no nos lo resultarán tanto. Simplemente se les podía pagar menos que a
un hombre. Si además tenemos en cuenta que durante mucho tiempo se consideró
que la mujer gozaba de una sensibilidad especial para este tipo de actividades,
todo parece encajar.
A
mano y de una forma extremadamente meticulosa, aplicaban color con pinceles tan
finos como un cabello gracias a unas gafas de aumento. Y es que trabajar con un
canvas de 25 milímetros no es tarea fácil, requiere mucha precisión y
paciencia, pues un brochazo desafortunado podía cargarse el fotograma. La
práctica hace al maestro y eso es algo que estas mujeres demostraron, pues
muchas se formaron durante años coloreando postales y diapositivas para
desarrollar la habilidad necesaria para enfrentarse a una cinta.
Las
Thuillier se encargaron de todo el trabajo de colorear en las películas de
Méliès de 1897 a 1912. El trabajo del estudio en las películas de Méliès fue
internacional; por ejemplo, la distribuidora norteamericana Selig Polyscope negoció con Méliès el envío de sus impresiones a
Francia para que las colorearan las trabajadoras de Thuillier