viernes, 2 de abril de 2021

Élisabeth Thuillier y Marie-Berthe Thuillier. Coloristas de cine


Élisabeth Thuillier (1841-7 de julio de 1907) y Marie-Berthe Thuillier (1867-1947) Fueron un equipo de madre e hija de coloristas francesas.

Dirigieron un taller en París, donde sus empleados colorearon a mano las primeras películas y diapositivas fotográficas utilizando sus planos y opciones de color. Se les recuerda especialmente por el trabajo que hicieron para el director Georges Méliès .


Élisabeth Thuillier tenía experiencia en la coloración de diapositivas para linternas mágicas y en otros tipos de trabajos fotográficos y de color.

Berthe Thuillier puede haberse incorporado al trabajo en 1887, cuando tenía diecinueve años; continuó como jefa de la fuerza laboral después de la muerte de su madre



Las Thuillier habían comenzado a colorear películas en 1897. Este trabajo cinematográfico era todavía nuevo y se le dio el último lugar en la descripción impresa de la exposición de Élisabeth Thuillier para la Exposición Universal de París en 1900. Su longitud refleja el amplio alcance de Negocio de Thuillier:

Contaba con una plantilla de 220 trabajadoras y un sistema de trabajo propio del fordismo.

Su trabajo más famoso es “Viaje a la Luna” en 1902. Las mujeres dominaron este campo, algo que puede resultar inusual si tenemos en cuenta la época, pero las razones no nos lo resultarán tanto. Simplemente se les podía pagar menos que a un hombre. Si además tenemos en cuenta que durante mucho tiempo se consideró que la mujer gozaba de una sensibilidad especial para este tipo de actividades, todo parece encajar.


A mano y de una forma extremadamente meticulosa, aplicaban color con pinceles tan finos como un cabello gracias a unas gafas de aumento. Y es que trabajar con un canvas de 25 milímetros no es tarea fácil, requiere mucha precisión y paciencia, pues un brochazo desafortunado podía cargarse el fotograma. La práctica hace al maestro y eso es algo que estas mujeres demostraron, pues muchas se formaron durante años coloreando postales y diapositivas para desarrollar la habilidad necesaria para enfrentarse a una cinta.


Las Thuillier se encargaron de todo el trabajo de colorear en las películas de Méliès de 1897 a 1912. El trabajo del estudio en las películas de Méliès fue internacional; por ejemplo, la distribuidora norteamericana Selig Polyscope negoció con Méliès el envío de sus impresiones a Francia para que las colorearan las trabajadoras de Thuillier