domingo, 28 de febrero de 2016

"Es necesario revertir el hechizo...."



Es necesario

revertir el hechizo.



Ese,

que borra a las mujeres

de los libros de historia,

de las esferas de poder,

de las antologías.



Ese,

que las encierra

entre cuatro paredes,

con solo

colocarles un anillo.

Guisela López. 




Guisela López .Escritora Guatemalteca. Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Especialista en Estudios de Género por la Universidad Nacional Autónoma de México y Fundación Guatemala.

Estudios de Género en Destacados Programas de Postgrado como  Cátedra Regional UNESCO, la OEA, IIDH, Red URB-AL, PNUD. Diploma de Estudios Avanzados en Investigación D.E.A. y actualmente es doctoranda en el Programa Interuniversitario de Doctorado “Género, Feminismos y Ciudadanía: Perspectivas para un Nuevo Siglo” por la Universidad Internacional de Andalucía.

Investigadora y docente del Instituto de Estudios de la Literatura Nacional y el Instituto Universitario de la Mujer IUMUSAC de la Universidad de San Carlos. 


Participa actualmente en el proyecto de investigación regional “Identidad y utopía en la literatura de mujeres indígenas y afrocaribeñas de Centroamérica” de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, México, y en el proyecto “Historia de la poesía escrita por mujeres en México”, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. 

Fundadora de la Colectiva de Mujeres en las Artes, Coordinadora del Seminario de Literatura Feminista y la Cátedra Alaíde Foppa en coordinación con el Centro de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Poemarios publicados:

“Voces Urgentes”2012.“Mujer de nueva cuenta”, “Nueva mirada”,  Versos del desamor” y “Erótica de mar”, 2011. “Postales de Ciudad” 2010,  “Brujas”  2006, “Canto Nuevo” 1980, “En Busca del amanecer”.  1976.  Antologías: Hotel Quequén III Mosaico Poético Latinoaméricano, 2009. La Mujer Rota, 2008. Transitando entre la subjetividad poética y la comunicación.“Poesía, cuentos y vos”, 2012. Hotel Quequén III Mosaico Poético Latinoaméricano 2009. Antologías Nacionales, Transitando entre la subjetividad poética y la comunicación. Antología de poetas Guatemaltecas (2009). Sueños de Guatemala 2004; Voces de pos guerra 2001; “Guatemala Voces desde el Silencio”, 1993; “Antología de autoras Belemitas” 1983.


Publicaciones académicas especializadas en Estudios de Género y Literatura:

 “Relatos de Mujeres Nuevas” 2011, “Literatura Feminista y Ciudadanía”  2010,  “Mujeres, Discurso y Ciudanía” 2010. “Mujeres Mayas y Garifúnas: Género e identidades culturales” 2009. “Donde están las Mujeres: Experiencias Metodológicas para Desarrollar Investigaciones con Enfoque de Género y Feminista” 2008. “Pensamiento y compromiso social” 2008. Reseñas para IV Tomo de la Literatura Nacional INESLIN Guatemala 2012 y Dictionnaire des Créatrices, en "Editions des Femmes" 2011. Informe de Desarrollo HumanoGuatemala 2010. Sin más nada a bordo, 2010. Mujeres Ciencia e Investigación: Miradas críticas2009.Construyendo Nuestra Ética feminista. 2009.



sábado, 27 de febrero de 2016

Annie “Londonderry”. La Primera Mujer que dio la Vuelta al Mundo en Bicicleta



Annie “Londonderry” Cohen Kopchovsky (Riga 1870-1947) Ciclista, periodista y aventurera. Fue la primera mujer en recorrer el mundo en bicicleta.
Annie era una joven librepensadora, emprendedora, deportista y trotamundos, que se reinventó a sí misma como la atrevida “Annie Londonderry”.
Viajaba con una muda de ropa y un revolver con culata perlada. Para el público de la época victoriana, ella era todo un espectáculo.




El 20 de octubre de 1895, sus aventuras fueron descritas por el New York World como “el viaje más extraordinario jamás emprendido por una mujer”. Londonderry declaró que todo comenzó con una apuesta con dos miembros de su club en Boston. El reto de Londonderry consistía en dar la vuelta al mundo en bicicleta en 15 meses, y el premio eran 5000 dólares.
La aventura era un examen a las habilidades de una mujer para valerse por sí misma. A pesar de que nunca antes había montado en bicicleta, Annie se fue pedaleando de Boston, dejando atrás a su esposo y sus hijos pequeños.
Después de viajar de Nueva York a Chicago, cambió sus faldas por unos bloomers (una especie de falda-pantalón ancha mucho más cómoda y que permitía mayor facilidad de movimientos), y su pesada bicicleta Columbia de mujer, por una Sterling para caballeros, mucho más ligera.



Cambió su ruta del oeste al este, posiblemente a causa del invierno, y se dirigió a Europa desde la ciudad de Nueva York. Llegó a El Havre, Francia el 3 de diciembre de 1894.
A pesar de las dificultades burocráticas, Londonderry dijo que su viaje a través de Francia fue el más fácil de todos. Fue de París a Marsella en dos semanas, ganándose el reconocimiento público.
Pedaleó por el Mediterráneo hasta Egipto, haciendo pequeñas excursiones por el país, y después se dirigió a Jerusalén y a la actual Yemen, antes de embarcarse para ir a Colombo y Singapur.







Tras volver a los Estados Unidos a través de San Francisco, el 23 de marzo de 1895, pedaleó hasta Los Ángeles, y después a El Paso, para después seguir hacia el norte, hacia Denver, a donde llegó el 12 de agosto de 1895. 
Llegó a Boston el 24 de septiembre, 15 después de partir. A pesar de las críticas que decían que había viajado más "con" una bicicleta que "en" una, demostró ser una ciclista formidable en diferentes carreras locales a lo largo de su país.


Tras el viaje, Annie Kopchovsky llevó su familia a Nueva York, donde durante muchos meses escribió grandes artítulos para el New York World bajo el nombre de "The New Woman" (La nueva mujer). Su primera historia fue un relato sobre su aventura sobre la bicicleta. "Soy una periodista y una Nueva mujer", escribió, "si ese término significa que me creo capaz de hacer cualquier cosa que pueda hacer un hombre".




La Representación Científica :“Ni príncipes valientes ni princesas desvalidas".




Érase una vez una bella princesa dormida por la maldición de una bruja vengativa. Todos conocemos cómo termina este cuento: siendo felices y comiendo perdices cuando el apuesto príncipe consigue con su beso despertar a la bella durmiente que, por supuesto, cae inmediatamente rendida de amor a sus pies.

Los cuentos cuentos son, y en las antípodas de estos relatos imaginarios encontramos las elaboraciones de la ciencia. Si los cuentos son el mundo de la fantasía, la ciencia es el mundo de los hechos.


El cuento de la bella durmiente, sin embargo, ha modelado durante mucho tiempo la representación científica del proceso de la fecundación sexual: el óvulo yace inerte hasta que el más intrépido y veloz de los espermatozoides que lo cortejan alcanza a ser el primero en penetrar sus muros y activarlo para dar comienzo a una nueva vida.

Esta proyección de nuestras preconcepciones y estereotipos sobre lo masculino y lo femenino se coló inadvertidamente en la descripción científica de los gametos, bloqueando la investigación sobre los mecanismos activos del óvulo para captar espermatozoides o sobre el necesario proceso de ‘capacitación’ que experimentan los espermatozoides una vez dentro del tracto genital femenino.

De acuerdo con la ciencia actual,  los óvulos, como las más modernas princesas de Disney, tienen iniciativa propia y ¡están bien despiertos!

La ciencia es sin duda la fuente de conocimiento más fiable que los seres humanos hemos desarrollado sobre el mundo que habitamos.





Pero la ciencia no nos ofrece verdades simples e inapelables. Un buen ejemplo nos lo proporciona la primatología. Descubrir y entender el mundo y las vidas de nuestros parientes más cercanos en el reino animal (chimpancés, gorilas, orangutanes, bonobos…) es una tarea absolutamente fascinante. Pero tratar de entender a los primates no fue nunca solo eso. A menudo se trataba de buscar en ellos las claves del comportamiento de los primeros homínidos, un ‘patrón primate’ que nos ayudara a entendernos mejor a nosotros mismos.

Por eso Louis Leakey, el famoso paleoantropólogo, promovió la investigación en primatología a mediados del siglo XX, cuando lo poco que se sabía sobre los grandes simios era sobre todo el producto de observaciones en zoos y laboratorios, y no proporcionaba una imagen fiable de su comportamiento en los medios naturales. Leakey pensó que las mujeres serían mejores primatólogas porque tenemos más capacidad para la empatía.

Tuviera o no tuviera razón, el ejemplo de las mujeres que reclutó, narrado a través de los documentales de la National Geographic, convirtió en figuras populares a Jane Goodall, Dian Fossey y Biruté Galdikas, que a su vez funcionaron como modelos para despertar la vocación por la primatología en muchas otras jóvenes que siguieron sus pasos. Por esto es también la primatología una ciencia peculiar: aparentemente al menos, son muchas más las mujeres que la practican que en otras ciencias, donde nos cuesta identificar a grandes científicas más allá de Marie Curie.

Hasta que ellas comenzaron a trabajar en selvas, sabanas, bosques y montañas, la imagen que teníamos de los primates también podría ser la de cualquier cuento tradicional de príncipes valientes y princesas desvalidas: los machos eran tarzanes que conseguían alimento para el grupo, lo defendían de los enemigos y se peleaban entre ellos por los favores de las hembras.


En la misma línea, se consideraba que las hembras eran criaturas maternales dedicadas en cuerpo y alma a la crianza, y disponibles sexualmente para los machos. Las relaciones de dominio y jerarquía entre los machos eran las que definían al grupo.

Estas interpretaciones eran el reflejo de las ideas estereotipadas sobre las diferencias entre hombres y mujeres y al mismo tiempo cumplían la función de legitimarlas. Si ellos son así, es lógico que nosotros también lo seamos.

Pero la entrada de las mujeres en la primatología revolucionó completamente la disciplina. Su mirada y sus métodos nos desvelaron que el mundo de los primates, de las hembras y los machos y de las relaciones entre ellos, es infinitamente más complejo que los personajes estereotipados de los cuentos clásicos.

Al enriquecerse la imagen de los simios, pierde cada vez más sentido el objetivo de mirarnos en ellos como en un espejo. Cada primate, cada especie primate (los seres humanos incluidos) es ahora un mundo distinto y tiene valor propio.

Hablemos de los chimpancés, por ejemplo. Jane Goodall no solamente nos descubrió su capacidad como especie para utilizar instrumentos (piedras para abrir frutos secos, ramas para comer termitas) o transmitir cultura. En sus observaciones de los chimpancés de Gombe, en Tanzania, se desveló que las demostraciones de fuerza y agresividad de los machos no significaban realmente que ellos fueran los que mandaban. De un modo mucho más sutil, la chimpancé Flo ejercía un papel central en la organización del grupo. Además, sus hijas heredaban su posición en la ‘alta sociedad’ de Gombe.

Al extender en el tiempo el trabajo de campo, Goodall y sus sucesoras en Gombe ofrecieron una descripción más detallada del comportamiento de las hembras chimpancés. Las hembras cazaban, luchaban por mantener sus jerarquías, buscaban activamente a sus parejas sexuales, y hasta cometían infanticidio con las crías de otras hembras del grupo.

Goodall fue capaz de ver lo que otros no habían visto antes gracias a que entendió que cada miembro del grupo, independientemente de su sexo, era importante como individuo; y no asumió que las hembras eran un recurso más de una comunidad dirigida por los machos.

Marta I. González es investigadora del CSIC. Actualmente trabaja como profesora de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Oviedo. “Ni príncipes valientes ni princesas desvalidas: cómo las primatólogas cambiaron la forma de contar el cuento”

jueves, 25 de febrero de 2016

Festival de Mujeres Creadoras: "Ellas Crean"

 

Ellas Crean es el festival de mujeres creadoras más importante de los que se celebran en España en torno a la conmemoración Día Internacional de las Mujeres Mujer (8 de marzo).

Más de un centenar de creadoras participarán en las 80 actividades programadas en la décimo segunda edición de Ellas Crean, el festival organizado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales E Igualdad) y el Centro Cultural Conde Duque. 



La mayor de las citas anuales con la creatividad de las mujeres plantea una vez más una mirada al talento multidisciplinar de artistas nacionales e internacionales, contando con propuestas de cine, música, literatura, arte y, de manera muy especial y por segundo año consecutivo, el teatro y la danza, que nos acercarán estrenos y encargos realizados expresamente para la ocasión.


La programación teatral contará con 5 estrenos (dos montajes y tres textos dramatizados), mientras que la disciplina de danza aporta dos nuevas coreografías, una en primicia mundial y otra en España.

La música de la cantante iraní Mahsa Vadat y la cantautora israelí Sivan Talmor sonará igualmente por vez primera en España, así como la cantante saharaui presenta en Ellas Crean su nuevo disco, Abbar el Hamada.

La literatura nos acercará las nuevas novelas de Monika Zgustova y Gordana Kuiç y la poesía nos descubrirá las voces olvidadas de las mejores poetas españolas del siglo XX.

El cine nos traerá un estreno documental y la proyección en primicia de dos películas iraníes de reciente producción, entre muchas otras propuestas de estas disciplinas.

Ellas Crean es la 12ª edición del festival de mujeres creadoras 

Actividades Relacionadas
Exposiciones | Ellas Crean 2016. “Ellas, las sufragistas “

 




La Hemeroteca Municipal de Madrid, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, presenta un friso iconográfico del primer movimiento femenino por la igualdad de derechos políticos y sociales.

Ocho imágenes, seleccionadas entre sus fondos, que ilustran la lucha emprendida por las mujeres a principios del siglo XX por la conquista soberana del espacio político y público, que convirtió en 1931 a las españolas por primera vez en ciudadanas de pleno derecho.

El viaje de las reinas. Documental










El viaje de las reinas es un viaje reivindicativo de un grupo de quince actrices profesionales de diferentes edades que se unen para llevar a cabo el montaje teatral Reinas, sobre doce reinas europeas. El proceso de creación hasta el estreno durará más de un año. A lo largo de ese tiempo estas mujeres pasarán por muchas etapas, estados de ánimo, alegrías, fracasos, sueños y despertares…

Dirigido por Patricia Roda, en lo que supone su primer gran largo, El viaje de las reinas ha participado en distintos festivales de cine, siendo premiado en los festivales de Málaga y Andorra.


De mujeres sobre mujeres 

Es un espectáculo de La Joven Compañía cuyo objetivo es realizar una exhibición teatral cargada de frescura y originalidad, al tiempo que quiere provocar una reflexión de fondo sobre la condición femenina. El punto de partida en el viaje lo ponen cinco dramaturgas españolas: dos novísimas autoras (Dakota Suárez y Sara García) y tres veteranas y reconocidas escritoras teatrales (Laila Ripoll, Yolanda Dorado y Juana Escabias). Las cinco unen sus voces en este montaje que ahora se presenta en Ellas Crean.

Los textos trabajados son Volver a comenzar de Dakota Suárez; Ephemera de Sara García; Unos cuantos piquetitos y La ciudad sitiada de Laila Ripoll; Etiopía de Yolanda Dorado; y Whatsapp de Juana Escabias, esta última, directora igualmente de todo el montaje.



Reinas 



Presenta momentos concretos de la vida de diez históricas monarcas que vivieron entre los siglos XII al XVIII: Leonor de Aquitania, Isabel La Católica, Juana de Castilla, Catalina de Aragón, Elisabeth I de Inglaterra, María Estuardo, Cristina de Suecia, Luisa Isabel de Orleans, Isabel de Farnesio y Catalina La Grande. Habla del poder y de la lucha por conseguirlo o conservarlo, de la ambición, las intrigas, los complots, las traiciones y las venganzas. Habla de la autoridad y de los conflictos entre grandes potencias pero también de los anhelos secretos y de las luchas que se producen en el interior del alma humana. Habla de la maternidad, del encierro, de la locura, de la humillación, de las renuncias y de los sacrificios, de la vida y de la muerte.

La obra bucea en la naturaleza humana de estas mujeres que aman, odian, mueren o claman venganza. Reinas que amaron, o que tuvieron que salir a luchar por su pueblo, que en ocasiones llegaron a tener mucho miedo, e incluso a morir, asesinadas, por sus maridos. Doce frasquitos de esencia que se irán destapando, para pellizcar un momento histórico de la vida de cada reina, contado desde el punto de vista de la protagonista.



 Más información en : http://ellascrean.com/




miércoles, 24 de febrero de 2016

Judith Butler. Filósofa post-estructuralista y feminista.






Judith Butler ( Cleveland, Estados Unidos,  24 de febrero de 1956) Filósofa post-estructuralista y feminista.

Judith Butler ha realizado importantes aportaciones en el campo del feminismo, la Teoría Queer, la filosofía política y la ética.


Autora de El Género en disputa. Feminismo y la subversión de la identidad (1990) y Cuerpos que importan. El límite discursivo del sexo (1993), traducida a 20 lenguas, ambos libros describen lo que hoy se conoce como Teoría Queer


Actualmente ocupa la cátedra Maxine Elliot de Retórica, Literatura comparada y Estudios de la mujer, en la Universidad de California, Berkeley, tras haber sido profesora en la Universidad de Wesleyan de Ohio y Johns Hopkins.


Judith Butler estudió filosofía en la década de 1980 y en su primer libro examinó el impacto que tuvo el trabajo de Hegel en los filósofos franceses.

Sus libros contienen material teórico proveniente del psicoanálisis, del feminismo y de las teorías post-estructuralistas.



Ideas:

Desde la década de 1990 ya se cuestionaba la idea de que el sexo era algo natural, ella plantea que el género se construye socialmente. Su trabajo ha cambiado la forma de pensar acerca del sexo , la sexualidad, el género y el lenguaje. Sus preguntas acerca de la las categorías de identidad han influido sobre diversos campos y siguen desafiando las viejas ideas del género, proponiendo repensar al sujeto.

Judit Butler se hace preguntas acerca de la formación de la identidad y la subjetividad, trazando el proceso por el cual nos convertimos sujetos cuando asumimos el sexo/género, identidades que son construidas para nosotros y, de cierta forma, por nosotros, dentro de las cuales existen estructuras de poder.
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El sujeto de Butler no es un individuo sino una estructura lingüística en formación. Dado que la subjetividad no es un hecho y ya que el sujeto está siempre en un proceso interminable de “devenir” es posible repetir la sujeción en diferentes formas. Butler cree que la subjetividad es una construcción y el hecho de apegarte a una sola identidad puede llegar a oprimir la identidad misma. La teórica menciona que no hay necesidad de fijar una identidad de una vez por todas.

“¡La vida no es la identidad! La vida resiste a la idea de la identidad, es necesario admitir la ambigüedad. A menudo la identidad puede ser vital para enfrentar una situación de opresión, pero sería un error utilizarla para no afrontar la complejidad. No puedes saturar la vida con la identidad






Una de las contribuciones más destacadas de Butler es su teoría performativa del sexo y la sexualidad. Tradicionalmente, el construccionismo social ya nos hablaba de la construcción del género, es decir, que las categorías femenino y masculino, o lo que es lo mismo, los roles de género son construcciones sociales y no roles naturales.

Pero Butler sobrepasa el género y afirma que el sexo y la sexualidad lejos de ser algo natural son, como el género, algo construido. Butler llega a esta conclusión basándose en las teorías de Foucault, Freud y sobre todo de Lacan. De este último parte al hablarnos de lo "forcluido",   es decir, de aquellas posiciones sexuales que suponen un trauma el ocuparlas. 





Y ante el miedo a ocupar alguna de éstas, el individuo se posiciona en una heterosexualidad falocéntrica, es decir, una heterosexualidad regida por la normativa del imperialismo heterosexual masculino en la que asumir la sexualidad hetero implica asumir un sexo determinado.

La obra de esta teórica, por tanto, se caracteriza por llevar a cabo revisiones críticas de los posicionamientos teóricos de los feminismos esencialistas para pasar a hablar de identidades nómadas frente a aquellas fijas, así como para plantear nuevas formas de habitabilidad de los cuerpos en la paradoja que se crea entre lo que es la capacidad de acción del individuo y su formación y dependencia con respecto al poder.

Butler  propone la desnaturalización de conceptos como sexo, género y deseo, en tanto que son construcciones culturales de normas que violentan a aquellos sujetos que no participan de las mismas. 

Los libros de Butler tratan con problemas que son relevantes para diversas disciplinas académicas, tales como filosofía, derecho, sociología, ciencias políticas, estudios de cine y de literatura




Obras:
‘Sujetos de deseo: Reflexiones Hegelianas en la Francia del siglo XX"(1987). ‘’El género en disputa: El feminismo y la subversión de la identidad"(1990). ‘’Cuerpos que importan: Sobre los límites materiales y discursivos del sexo" (1993). Mecanismos psíquicos del poder (1997), El grito de Antígona (2000), Contingencia, hegemonía, universalidad (2000, diálogo a tres bandas con Slavoj Zizek y Ernesto Laclau), La mujer y la transformación social (2003), Vida precaria (2004) , Deshacer el género (2004), Lenguaje, poder e identidad (2004) y Dar cuenta de sí mismo (2009)

 


Enlaces:

Judith Butler. Filósofa en todo Género en español. Parte 1

Judith Butler. Filósofa en todo Género en español. Parte 2
Judith Butler. Filósofa en todo Género en español. Parte 3

La resistencia política como acto corporal: Judith Butler
Conferencia completa de Judith Butler: "Cuerpos que todavía importan"
Violencia, pensamiento y crítica con Judith Butler



Más información en:
Judith Butler para principiantes

Debatiendo el papel de la reflexión feminista contemporánea:Judith Butler y Martha Nussbaum http://www.raco.cat/index.php/Astrolabio/article/viewFile/257166/344214






Libros:
El género en disputa: Feminismo y la subversión de la identidad es un libro publicado en 1990 por Judith Butler que se considera como uno de los textos fundacionales de la teoría queer y del feminismo postmoderno y postestructuralista





Tres brillantes pensadores contemporáneos se dan cita en este libro Para reflexionar y discutir sobre algunos de los m s relevantes problemas de la filosof a y la pol tica actuales




Butler continúa la reflexión comenzada en El Género en Disputa sobre el carácter performativo de la sexualidad y del género y reconsidera sus propios aportes a la teoría crítica y feminista durante la última década.



Deshacer el género recoge reflexiones recientes de la autora sobre el género y la sexualidad, centrándose en el nuevo parentesco, el psicoanálisis y el tabú del incesto, el transgénero, el intersexo, las categorías de diagnóstico, la violencia social y la labor de transformación social. A partir de la teoría feminista y la teoría queer, Butler considera las normas que rigen –y no lo consiguen– el género y la sexualidad en tanto que vinculadas a las restricciones de una categoría reconocible de persona. El libro supone un replanteamiento de su pensamiento




Judith Butler, una de las principales inspiradoras de la Teoría Queer, nos hace replantearnos en esta obra clave nuestras ideas convencionales sobre el poder del lenguaje. Si hablar es actuar, ¿qué consecuencias se derivan de ello?




"Cualquiera que sea la libertad por la que luchamos, debe ser una libertad basada en la igualdad. En efecto, no podemos encontrar la una sin la otra. La libertad es una condición que depende de la igualdad para realizarse."




La nueva obra de Judith Butler explora la manera en que el liderazgo bélico de EEUU ha impuesto una distinción entre aquellas vidas que merecen ser lloradas y aquéllas que no.








Autores que influyeron al trabajo de Judith Butler








 Fuente: VVAA Y Wikipedia

Frases de Judith Butler .Filósofa Feminista






Judith Butler ( Cleveland, Estados Unidos,  24 de febrero de 1956) Filósofa post-estructuralista y feminista.Judith Butler ha realizado importantes aportaciones en el campo del feminismo, la Teoría Queer, la filosofía política y la ética.

 Frases de Judith Butler:



Siempre he sido feminista. Esto significa que me opongo a la discriminación de las mujeres, a todas las formas de desigualdad basadas en el género, pero también significa que reclamo una política que tome en cuenta las restricciones impuestas por el género en el desarrollo humano.


Cualquiera que sea la libertad por la que luchamos, debe ser una libertad basada en la igualdad.

Para mí la filosofía es una forma de escribir.

“¡La vida no es la identidad! La vida resiste a la idea de la identidad, es necesario admitir la ambigüedad. A menudo la identidad puede ser vital para enfrentar una situación de opresión, pero sería un error utilizarla para no afrontar la complejidad. No puedes saturar la vida con la identidad”.


Tampoco creo que la literatura nos pueda enseñar a vivir, pero las personas que tienen preguntas sobre cómo vivir tienden a recurrir a la literatura.


El matrimonio debe ser abierto a cualquier pareja de adultos que quieran entrar en ese contrato, sin fijarse en su orientación sexual. Es un asunto de igualdad de derechos civiles.

¿Existe un buen modo de categorizar los cuerpos? ¿Qué nos dicen las categorías? Las categorías nos dicen más sobre la necesidad de categorizar los cuerpos que sobre los cuerpos mismos.

El trabajo intelectual es una manera de conectar con las personas, de formar parte de una conversación en curso. Los intelectuales no marcan el camino ni son prescindibles. Creo que la reflexión teórica es parte de toda buena política.

Si Lacan reconoce que la homosexualidad de la mujer procede de una heterosexualidad decepcionada -como se afirma que lo demuestra la observación-, ¿No sería igual de evidente para el observador que la heterosexualidad procede de una homosexualidad decepcionada?


La estructura de las creencias es tan fuerte que permite que algunos tipos de violencia se justifiquen o ni siquiera sean considerados como violencia. Así, vemos que no se habla de asesinados sino de bajas, y que no se menciona la guerra sino la lucha por la libertad.

Cuando una vida se vuelve impensable o cuando un pueblo entero se convierte en impensable, hacer la guerra resulta más fácil. Los marcos que presentan y sitúan en primer plano las vidas por las que es posible llevar duelo funcionan para excluir otras vidas como merecedoras del dolor.

No se puede establecer ninguna correlación, por ejemplo, entre el travestismo o el transgénero y la práctica sexual, y la distribución de las inclinaciones heterosexual, bisexual y homosexual no puede determinarse de manera previsible a partir de los movimientos de simulación de un género ambiguo o distinto.

Después de todo, la justificación para la lucha se da en el campo sensorial, se utiliza el sonido y la imagen para reclutarnos en una realidad y para hacernos participar en ella. En cierto modo, toda guerra es una guerra sobre los sentidos. Sin la alteración de los sentidos, ningún Estado podría hacer la guerra.

Los movimientos sociales deben unir las energías creativas y afirmativas de las personas, no sólo reiterar los daños y producir una identidad como sujetos del daño. Sin duda, no negaría que hay formas extremas, persistentes y malignas de victimización, pero adoptar esta perspectiva en un movimiento social es contraproducente.

Como consecuencia, el género no es a la cultura lo que el sexo es a la naturaleza; el género también es el medio discursivo/cultural a través del cual la "naturaleza sexuada" o "un sexo natural" se forma y establece como "prediscursivo", anterior a la cultura, una superficie políticamente neutral sobre la cual actúa la cultura.

(...) Son discriminaciones discursivas muy importantes que tienen implicaciones cruciales, pues describen la realidad y, al hacerlo, producen también esta realidad social. No se puede separar el poder del discurso para producir una realidad social, de una parte, del poder del discurso para describir una realidad existente, de la otra. Ambas cosas suceden al mismo tiempo.

Para mí, el duelo público no se limita a la necesidad que se tiene de llorar personalmente a los muertos. Por cierto esa necesidad existe. Pienso que el duelo público da un valor a las vidas. Permite un tipo de conciencia aumentada de la precariedad de esas vidas y de la necesidad de protegerlas, y quizás también comprender que está precariedad se entienda más allá de las fronteras.

Es decir, la "unidad" del género es la consecuencia de una práctica reguladora que intenta uniformizar la identidad de género mediante una heterosexualidad obligatoria. El poder de esta práctica reside en limitar, por medio de un mecanismo de producción excluyente, los significados relativos de "heterosexualidad", "homosexualidad" y "bisexualidad", así como los sitios subversivos de su unión y resignificación.

(...) Pero debido a que la falta de control es parte de su propia destructividad, no hay guerra que no cometa un crimen en contra de la humanidad, una destrucción de vidas civiles. En otras palabras, la legislación internacional que prohíbe los crímenes en contra de los civiles presupone que puede haber una guerra sin dichos crímenes. Pero si este tipo de crímenes son inevitables, entonces no existe una guerra que no sea criminal.

Todavía me considero una feminista clásica, porque lo cierto es que la mujer sigue sufriendo mucho más comparativamente, sobre todo si hablamos de temas de pobreza, analfabetismo y atención médica, de modo que ni siquiera a ese nivel básico ha finalizado la tarea del feminismo tradicional. Por otro lado, hay conexiones, filiaciones, entre las cuestiones de género del feminismo y las cuestiones de género de la sexualidad a medida que emergen en estos otros movimientos.

(...) Si nos centramos en el cuerpo podemos pensar sobre la interdependencia de un modo distinto. Podemos empezar con el cuerpo del bebé, que no puede sobrevivir sin el cuidado físico de otra persona y cuya dependencia física de otro ser humano determina si sobrevivirá o no. Cometemos un error si creemos que el paso de la infancia a la madurez implica lograr una independencia que nos libera de esa interdependencia. Los adultos seguimos dependiendo de los otros para nuestra supervivencia.

A mí me resultó interesante la distinción entre sexo y género porque permite, como decía Beauvoir, diferenciar entre anatomía y función social, de modo que se podría tener una anatomía cualquiera pero la forma social no estaría determinada por la anatomía. Si bien tengo la capacidad física de reproducir me, esto no significa que tenga que hacerlo, de igual modo que tener una mano derecha hábil no me obliga a ser escritora. Sólo significa que hay un tipo de condición física de posibilidad para determinados caminos sociales y modos de actualización, pero ninguno de ellos es normativo.

La justicia tiene que ser pensada más equitativa y radicalmente. Se necesitan nuevas nociones de justicia sexual o económica. También hay que extender la justicia a ámbitos de la vida que no han sido tomados en consideración. Por ejemplo, la lucha contra la pobreza, contra la destrucción del medio ambiente, son asuntos que deben ser considerados. Pero ¿Qué significa "justicia"? ¿Qué significa "aquí"? ¿Qué relación hay entre la justicia sexual y la justicia económica? Las intersecciones entre estos movimientos son los lugares para las alianzas, y esto es distinto a buscar un denominador común.

Vivimos en profundas redes de interdependencia radical que la ideología del individualismo niega. Hay que pensar la interdependencia como una condición humana pero también como condición de todos los seres sintientes. Esto nos brinda una nueva perspectiva política menos centrada en cuestiones de territorio y de soberanía que en el reconocimiento de la dependencia mutua. El cuerpo es un buen punto de partida, porque como cuerpos somos vulnerables y dependientes. Ésta es nuestra condición. Incluso diría que si, como cuerpos, quedamos completamente aislados, no sobrevivimos ni como niños, obviamente, ni como adultos.
Todo depende de cómo se defina el terrorismo. Se suele asumir de antemano que el terrorismo suicida tiene sobre todo motivaciones religiosas, y que las razones religiosas están vinculadas al islam. Pero hay muchas perspectivas islámicas opuestas sobre el terrorismo suicida. Muchas de las motivaciones de los que cometen atentados terroristas suicidas no son necesariamente religiosas. Con frecuencia tienen que ver con cuestiones relativas al territorio político o son muestras de rechazo político a ejércitos ocupantes. Creo que nos equivocamos si intentamos entender el terrorismo suicida como una expresión pura de violencia religiosa.

Si eres famoso, la gente se siente atraída por ese fenómeno, quiere acercarse a la persona que hay detrás para averiguar por qué eres famoso. Así que, si eres una persona conocida, la gente desea conocerte. A veces es algo muy superficial. Hay personas que únicamente quieren vivir la experiencia de conocer a alguien a quien admiran, y eso me parece bien. En ocasiones hago lecturas públicas en librerías y hay gente que viene para ver qué aspecto tengo y no necesariamente para leer el libro. También hay otra gente que se siente muy identificada intelectualmente con mi obra que no quiere conocerme, lo cual me gusta bastante porque son personas a quienes únicamente les interesa la relación intelectual.

(...) Por un lado, se podría decir que una de las razones de ser de un Estado democrático es la protección de los derechos humanos de los ciudadanos. Por el otro, debemos ser capaces de defender los derechos humanos de quienes no son ciudadanos. Si el Estado no puede proveer tal defensa, ¿Qué hacemos? Es una cuestión de los derechos de quienes no pertenecen a ningún Estado y están implicados en acciones de guerra, pero también es cuestión de los indocumentados cuyos derechos humanos también deben ser protegidos. Si sólo consideramos como merecedoras de derechos a aquellas vidas que representan al Estado-nación, estamos definiendo tácitamente al ser humano en relación con su pertenencia a un Estado.

No sé muy bien si soy filósofa. Puede que el hecho de que no lo sepa sea un signo de que sí lo soy, pero puede que no. La verdad es que no pienso mucho sobre quién soy en ningún sentido definitivo, de modo que si quiero ser consistente debo resistirme a la pregunta por la identidad. Hay una idea del intelectual comprometido en Francia, como lo eran Sartre o Bourdieu. No me entiendo a mí misma en estos términos. Creo que soy parte de los movimientos sociales sobre los que escribo; mi propia vida fue posible gracias a determinados movimientos, feministas, lesbianos, gays, de derechos civiles. Ellos me formaron. Algunas de las cosas que hago reflejan lo que sucede en estos movimientos y creo que el trabajo intelectual forma parte del movimiento social, pues sin él no funciona.

Recordemos que las guerras invocan el derecho a reducir la vida a la muerte o a una muerte en vida, a disponer de la vida a través de medios militares, a instigar el terror y a destruir las infraestructuras de la vida cotidiana de las poblaciones que se hallan en su punto de mira. Cuando hablamos de "poblaciones objetivo" estamos hablando de gente que ha sido agrupada dentro de un marco y por un marco, que se han convertido en el foco de una serie de cámaras y cuyo estatus de objeto depende fundamentalmente de una máquina que enfoca su realidad, circunscribiendo tanto su precariedad como su carácter desechable. En efecto, señalar un pueblo como blanco es la acción inicial de la destrucción. No sólo es la preparación de la destrucción que está por llegar, sino la secuencia inicial del propio proceso de destrucción.

Lo que se llama mi "propio" género quizá aparece en ocasiones como algo que uno mismo crea o que, efectivamente, le pertenece. Pero los términos que configuran el propio género se hallan, desde el inicio, fuera de uno mismo, más allá de uno mismo, en una socialidad que no tiene un solo autor (y que impugna radicalmente la propia noción de autoría). Aunque ser de un cierto género no implica que se desee de una cierta manera, existe no obstante un deseo que es constitutivo del género mismo y, como consecuencia, no se puede separar de una manera rápida o fácil la vida del género de la vida del deseo. ¿Qué es lo que quiere el género? Hablar de esta manera puede parecernos extraño, pero resulta menos raro cuando nos damos cuenta de que las normas sociales que constituyen nuestra existencia conllevan deseos que no se originan en nuestra individualidad. Esta cuestión se torna más compleja debido a que la viabilidad de nuestra individualidad depende fundamentalmente de estas normas sociales.

Al establecer cuáles serán las poblaciones blanco, la guerra distingue entre aquellos cuyas vidas deben ser conservadas y aquellos cuyas vidas son prescindibles. En este sentido, la guerra es el negocio de producir y reproducir la precariedad, de sostener a la población en el límite de la muerte, a veces matando a sus miembros, a veces no; de cualquier modo, produce precariedad como la norma de la vida cotidiana. Para poder sujetarlas a una operación de violencia efectiva y sostenida, a las vidas que se hallan bajo dichas condiciones de precariedad no se les debe extraer todas sus vísceras. Después de todo, las guerras también se inician con el fin de debilitar y dominar a aquellas poblaciones que se convertirán en trabajadores o, ciertamente, en personal de seguridad en la reconstrucción de sus tierras bajo el auspicio de los poderes extranjeros y las compañías multinacionales. Así pues, como sabemos, en parte las guerras también se inician con el fin de producir y explotar una clase trabajadora desesperada en favor de los intereses económicos de aquellos que inician el conflicto armado. Como también sabemos, las guerras se luchan en épocas con altos índices de desempleo nacional con el objetivo de explotar y reclutar una clase trabaja dora prometiendo competencias profesionales y compensaciones. Claramente, de este modo se incrementa el poder del Estado, así como su alianza con el poder corporativo.