jueves, 28 de diciembre de 2017

Françoise Héritier .



Françoise Héritier  (Veauche, 15 de noviembre de 1933- 15 de noviembre de 2017) .Antropóloga francesa que denunció la dominación masculina y el sometimiento de las mujeres en beneficio de los grupos.


Entró a la Escuela de Altos Estudios de París en 1980 como directora de investigaciones. Sucedió a Claude Lévi-Strauss, padre del estructuralismo antropológico en el Colegio de Francia en 1982, donde estableció desde entonces su propia cátedra. Fue la segunda mujer en enseñar en esta prestigiosa institución tras Jacqueline de Romilly .


Héritier profundizó en la teoría de la alianza y de ahí, en las razones de la prohibición del incesto. Ambos campos del análisis antropológico están basados sobre la noción de intercambio de mujeres/hombres.




Françoise Héritier desarrolló el concepto de lo idéntico, y de su frustración repulsiva, retomando y corrigiendo los enfoques de Lévi-Strauss y de Alfred Reginald Radcliffe-Brown. Se apoya en todos sus estudios en dos cuestiones básicas: por un lado, la naturaleza, y por el otro, el de medio ambiente.

Françoise Héritier en L'exercice de la parente sostuvo, como Lévi-Strauss, que existen regularidades en los sistemas complejos de alianza. Define las llamadas estructuras semicomplejas de parentesco como una etapa de transición entre los sistemas elementales y los complejos.





Tras su legado deja un sin fin de conocimientos en materia de feminismo y dominación masculina que fundamentaron que la violencia de género no responde a ninguna lógica natural, sino a un exceso de cultura patriarcal.

"Se dice que un hombre no puede contraer matrimonio con tal o cual mujer. Pero no se dice nunca que una mujer no puede casarse con tal o cual hombre. De hecho, las mujeres nunca han sido sujetos de derecho, capaces de hablar por ellas mismas en los textos históricos". ¿Por qué las mujeres nunca han sido consideradas sujetos de derechos? Para responder a esta pregunta la autora comienza una línea de investigación para comprender esta realidad que le llevó a orígenes de la humanidad: el incesto.




La investigadora defiende que la prohibición del incesto obligaba a los hombres a conseguir esposas fuera del grupo de parientes consanguíneos, y el apremio por aliarse con los pueblos vecinos para evitar la guerra de todos contra todos. Por esto, las mujeres comenzaron a tratarse como "moneda de cambio" entre familias de distintas tribus que se asociaban para mantener la paz o ganar poder. O, en otras palabras, las mujeres fueron utilizadas para mantener la supervivencia grupal y la cohesión social.


Heritier afirmaba que, si el intercambio fuese aceptado, tenía que existir previamente una convicción común a ambos sexos de que las cosas debían ser así y que sus parientes masculinos actuaban correctamente.

La investigación de Heritier continuó hasta dar con la clave de la subordinación femenina: la capacidad reproductiva de las mujeres.

Asimismo, la antropóloga argumenta que la desigualdad se basa en una concepción errónea de la debilidad femenina derivada principalmente del embarazo, la lactancia y la crianza, menospreciando así el trabajo reproductivo de las mujeres, y que explica esa creencia "protección" de los hombres sobre ellas.

“Es importante que las palabras de las mujeres lleguen a la plaza pública como algo normal, evidente. Lo que se inculca a los niños desde sus primeros años de vida sobre las relaciones de sexo va a perseguirlos toda la vida. Cambiar estas representaciones es una tarea colectiva de toda la vida”, según François Héritier.




La autora también ha explicado que, a pesar del paso de los años, en la mayor parte del mundo aún hay "tres grandes privaciones para el género femenino":

 Primero, la privación de la libertad sobre el propio cuerpo femenino ya que en la mayoría de las sociedades no pueden decidir si van a tener hijos o no.

La segunda, la privación al acceso a la educación y, en general, al saber.

Y, por último, al acceso a funciones de autoridad, sean políticas, económicas o religiosas.

Héritier tampoco dudó en afirmar que la subordinación femenina persiste en nuestras sociedades actuales: "Los hombres ya no intercambian mujeres. Pero la dominación masculina existe igualmente. 

 Fue miembro del Patronato de la Coordinación Francesa para el Decenio de la Cultura de la Paz y la No-violencia.