viernes, 31 de enero de 2014

"Las mujeres aunque extremadamente visibles como seres sexuales permanecen invisibles como seres sociales".Monique Witting.


Las mujeres aunque extremadamente visibles como seres sexuales permanecen invisibles como seres sociales.
 

No es posible efectuar cambios en el lenguaje sin hacer cambios paralelos en filosofía, en política y en economía, porque como las mujeres están marcadas en el lenguaje por el género, están marcadas en la sociedad como sexo.
 

Los discursos que particularmente nos oprimen a todas nosotras y a todos nosotros, lesbianas, mujeres y homosexuales, son aquellos que dan por sentado que lo que funda una sociedad, cualquier sociedad, es la heterosexualidad. Esos discursos hablan de nosotras y de nosotros y presumen de estar diciendo la verdad en un terreno apolítico, como si hubiera alguna cosa significable capaz de escapar de lo político en este momento histórico y como si, en lo que a nosotras y nosotros concierne, pudieran existir signos sin significado político. 

Cuando usamos el más que generalizador término ideología para designar a todos los discursos del grupo dominante, estamos relegando esos discursos al terreno de las ideas irreales y olvidamos así la violencia material (física) que ejercen directamente contra las personas oprimidas, una violencia que es producida tanto por los discursos abstractos y “científicos”; como por los de los medios.Me gustaría insistir en esta opresión material que ejercen los discursos sobre las personas.
 

Con ese carácter ineludible, como conocimiento, como principio obvio, como algo dado previo a toda ciencia, la mente hétero desarrolla una interpretación totalizadora de la historia, de la realidad social, de la cultura, del lenguaje y de todos los fenómenos subjetivos al mismo tiempo. Así hablan del intercambio de mujeres, de la diferencia entre los sexos, del orden simbólico, del inconsciente, deseo, cultura, historia, dándole un significado absoluto a todos esos conceptos que en realidad son sólo categorías basadas en la heterosexualidad, o sea el pensamiento que produce la diferencia entre los sexos como dogma político y filosófico.
 

La consecuencia de esta tendencia a universalizar todo es que la mente hétero no puede concebir una cultura, una sociedad donde la heterosexualidad no ordene no sólo todas las relaciones humanas sino también la misma producción de conceptos e inclusive los procesos que escapan a la conciencia.
 

¿Qué es la mujer? Pánico, alarma general para una defensa activa. Francamente, es un problema que las lesbianas no tenemos porque hemos hecho un cambio de perspectiva, y sería incorrecto decir que las lesbianas nos relacionamos, hacemos el amor o vivimos con mujeres, porque el término “mujer” tiene sentido sólo en los sistemas económicos y de pensamiento heterosexuales. Las lesbianas no somos mujeres (como no lo es tampoco ninguna mujer que no esté en relación de dependencia personal con un hombre). 


Frases de Monique Witting.
 (1935 –2003) Escritora francesa y teórica feminista de la Teoría Queer.


Imagen: Igor Morski