La vulva es el conjunto de
los órganos sexuales primarios externos de las mujeres. Está constituida por el
monte de Venus, los labios y el clítoris.
En
la tradición de diversas culturas africanas como los khoisan, los baganda,
bagishu, los venta o los makua, entre otros, las mujeres se alargan de manera
considerable los labios menores de la vagina. Para conseguir este estiramiento
cuando son jóvenes se hacen friegas con el jugo de determinadas plantas y se
atan pequeñas piedras en forma de plomada. Entre algunos de los grupos también
se alargan el clítoris.
En
la tradición de estas tribus étnicas una mujer difícilmente se podía casar sin
mostrar esta hipertrofia, que se consideraba importante tanto para el coito
como para la imagen femenina.(*)
(*)Josep Martí Ferran Cabrero, “La cultura del cuerpo y Los
pueblos indígenas”
En
la “presión” que hace “la Industria de la Belleza” en diversas culturas occidentales para parecer
siempre joven se oferta un tratamiento Láser de Blanqueamiento Vulvar. Para
vender este tratamiento se anuncia de la siguiente manera: “Mejora la estética vulvar y luce más joven, aumentando así la
sensación de bienestar y la autoestima de la mujer, en particular durante sus
relaciones sexuales”
¿Os
asusta que las mujeres khoisan, baganda,
bagishu, venta o makua, se alargen los labios menores de la vagina
atándose pequeñas piedras? Preguntadles qué opinan del blanqueamiento de la
vulva.
A todo
esto hay que añadir, la tortura de la depilación. Hasta hace poco el vello
púbico no se solía depilar, aunque a veces se recortaba o se depilaba
parcialmente, en función del bañador, pero a medida que el tamaño de los
biquinis se reduce, la depilación se dispara. ¿Quién no ha oído hablar de las famosas ingles
brasileñas? Y lo que es peor, con la influencia de las actrices de cine porno, empieza a estar de moda depilar,
completamente, el vello de esta zona.
La
tortura de la depilación no solo “la padecen” las mujeres de los países occidentales, también las mujeres árabes
conocen su tiranía.
Lo
Natural es Hermoso. Ese debería ser el lema de la Mujer Libre. Y a quien no le guste que no mire. La aceptación de
los/as demás no debe basarse en criterios ésticos,sino éticos. La verdadera autoestima es
quererse como uno/a es.