lunes, 18 de enero de 2016

Hedy Lamarr. Actriz, ingeniera e inventora precursora del Wifi



Hedy Lamarr (Viena; 9 de noviembre de 1914 -Orlando; 19 de enero de 2000) Actriz, ingeniera e inventora austriaca naturalizada estadounidense. Es conocida como la mujer más hermosa de la historia del cine y también como la inventora de la primera versión del espectro ensanchado.

Siendo aún una adolescente, Hedy fue descubierta por el productor Max Reinhardt, quien la llevó a Berlín y le patrocinó sus primeros estudios artísticos. Al poco tiempo volvía a Viena donde empezó a trabajar en cine. En esos días, antes de cumplir los veinte años, Hedy contrajo matrimonio con el fabricante de armas austriaco Friedrich Mandl, que a pesar de llevarle 14 años y de tratarla como una mujer-trofeo, influyó sin querer en el futuro de la joven.





En 1933 es dirigida por  Gustav Machaty en una película que marcará su vida, Ecstasy, porque muestra sin censura el primer orgasmo en una película considerada como no pornográfica. En su autobiografía, Ecstasy y Yo, Hedy afirmó que todas las escenas de sexo fueron simuladas, lo que no evitó que su marido comprara muchas de las copias para intentar que nadie las viera. Aún así, la actriz pronto llegó a ser conocida como la “Ecstasy Lady”.

En 1937, aburrida y con ambiciones, Hedy abandona a su marido y marcha a París, donde conoce al productor Louis B. Mayer. Es él quien le propone ir a Hollywood y quien le sugiere que cambie su apellido a Lamarr, en honor a una actriz del cine mudo fallecida. Mayer promocionaría a la joven como “la mujer más bella del mundo”.

Durante la próxima década Hedy realizaría una veintena de películas con la poderosa MGM, compartiendo cartelera con muchas de las grandes estrellas del cine como Clark Gable, Spencer Tracy, Bob Hope, Lana Turner, Robert Young y Judy Garland, alcanzando la cima de su carrera con la obra de Cecil B. de Mille “Sansón y Dalila”. 




Entre 1939 y 1952, además, a Hedy le dio tiempo de casarse y divorciarse tres veces más, tener dos hijos, adoptar a otro, y darle un toque especial a su biografía que nada tenía que ver con el séptimo arte.

Durante sus años junto a su primer esposo, Mandl, el fabricante de armas, Hedy había tenido la oportunidad de rozarse con científicos e inventores, algunos de ellos relacionados con la fabricación de torpedos, en conferencias, ferias y fiestas privadas en su casa.

Al parecer, dichos contactos despertaron su rasgo erudito, y la Segunda Guerra Mundial le dio la oportunidad de explotarlo.

Los padres de Hedy eran judíos y, aunque él había muerto antes de la guerra y ella logró escapar de Austria poco antes del Anschluss gracias a la ayuda de su hija, esta decidió que podía participar en el esfuerzo armado en algo más que vender bonos.


Hedy Lamarr, mujer rebelde en ese Hollywood de los años 40, se implicó en la lucha contra el nazismo cuando estalló la II Guerra Mundial. Pero su implicación no fue únicamente para recoger fondos para EE.UU, el país que la acogió cuando huyó de Austria y de su marido.

Mientras por el día bailaba en el rodaje del musical "Las chicas de Ziegfeld", por la noche se encerraba en su despacho para elaborar un sistema inalámbrico de guiado de misiles.

El Sistema de Comunicaciones Secreto, patentado conjuntamente con su colaborador George Antheil, era un sistema de radiocontrol capaz de emitir radiofrecuencias sólo aparentemente aleatorias, que el enemigo no podía interceptar.

Ese sistema se conoce hoy como "salto de frecuencia", un grupo de soluciones en telecomunicación denominado sistemas de espectro expandido que se utilizan en las comunicaciones inalámbricas, en las redes wifi y las comunicaciones con celulares.



"Es fácil ser glamurosa. Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida".