lunes, 2 de julio de 2012

Genealogías feministas en el arte español: 1960-2010.1.-Desafiar uno de los códigos patriarcales básicos: la tendencia a percibir cada obra, cada contribución realizada por una mujer como si saliera de la nada, como pura excepción dentro de un discurrir histórico que se construye desde la mirada masculina y heterosexista


Como subrayaba la escritora feminista Virginia Woolf en un conocido ensayo de 1929, Una habitación propia, la Historia oficial ha borrado o desdeñado la aportación de las mujeres, de tal forma que las creadoras carecen de modelos con los que medirse, de una genealogía a la que remitirse: los referentes que les brinda el relato canónico son casi siempre masculinos. Las obras reunidas en esta sala rinden homenaje a los logros de algunas mujeres del pasado (artistas, poetas, pensadoras o luchadoras políticas), contribuyendo así a construir esa “tradición propia” que reclamaba Woolf en los años veinte. Reconocer la(s) genealogía(s), insertarse en ellas implica desafiar uno de los códigos patriarcales básicos: la tendencia a percibir cada obra, cada contribución realizada por una mujer (y en general por los sujetos o colectivos sexualmente disidentes) como si saliera de la nada, como pura excepción dentro de un discurrir histórico que se construye desde la mirada masculina y heterosexista. En ese sentido, nombrar, honrar, reconocer es ya de por sí una tarea emancipatoria. En el contexto español, donde la guerra civil, el exilio y el franquismo han contribuido a oscurecer y dispersar aún más el legado cultural de las mujeres, esta labor se revela especialmente necesaria.
Fuente:  Genealogías feministas en el arte español: 1960-2010

Imagen:Rivero