jueves, 29 de marzo de 2012

Ernestine Louise Rose. Feminista, atea, pionera en la lucha por los derechos de la mujer, la abolición de la esclavitud y el librepensamiento religioso.



Ernestine Louise Rose (13 de enero de 1810 - 4 de agosto de 1892) Feminista, atea,  activista y pionera en la lucha por los derechos de la mujer, la abolición de la esclavitud y el librepensamiento religioso.

Impulsora del feminismo individualista y una de las mayores fuerzas intelectuales propulsoras del movimiento pro-derechos de la mujer en la América del siglo XIX.

Era de  origen polaco e hija de un rabino judío. Nacida como Ernestine Louise Polowsky, Ernestine recibió una mejor educación y más libertad que las niñas judías de ese tiempo y lugar.  A la edad de cinco años, Rose comenzó a "cuestionar la justicia de un Dios que exigía tales dificultades", como los ayunos frecuentes que su padre realizaba. Nunca pudo aceptar los principios de su fe. 


A la edad de 14 ya había renunciado a las leyes y costumbres judías que relegaban a las mujeres a un estatus inferior. 

A los 16 años, después de la muerte de su madre, su padre concertó un matrimonio para  Ernestine .Ella tuvo que pleitear contra su padre por este motivo.  Fue en ese momento cuando Ernestine Louise Rose empezó a luchar a favor de las mujeres.

Viajó a Bélgica, la Holanda, Francia, y finalmente Inglaterra.

En Inglaterra conoció el socialismo utópico de  Robert Owen. Y fue una de sus más fieles defensoras. También en Inglaterra conoció a William Rose, un "owenista" con el que se casó ​​por “lo civil”. Y  ambos dejaron claro que consideraban que el matrimonio era un contrato civil en lugar de un contrato religioso.

Juntos emigraron a Estados Unidos. Allí, Rose comenzó a dar conferencias sobre los temas que más le interesaba, uniéndose a la "Sociedad para filántropos morales" y a viajar a diferentes estados para luchar por  la abolición de la esclavitud, la tolerancia religiosa, la educación pública y la igualdad para las mujeres. 


Sus conferencias eran recibidas con controversia. Era insultada y ridiculizada.  Cuando en 1855, fue invitada a pronunciar una conferencia anti-esclavitud en Maine, un periódico local dijo de ella: "No sabemos de ningún objeto más digno de desprecio, odio y aborrecimiento que una mujer atea.  La prostituta más vil es por comparación respetable. "(-Rev.  GB Pequeña de 1855). Cuando Rose respondió al insulto en una carta al periódico de la competencia, se desencadenó una enorme controversia en la ciudad. Tal fue la publicidad que, en el momento de su llegada, todo el mundo en la ciudad estaba ansioso por oírla. En otros lugares como en   Virginia Occidental, en su conferencia sobre los males de la esclavitud se encontró con tan vehemente oposición e indignación que se vio obligada a escapar, con peligro de su integridad física, fuera de la ciudad.


En la década de 1840 y 1850, Rose se unió al "panteón de los grandes mujeres estadounidenses", un grupo que incluía a mujeres tan influyentes como Elizabeth Cady Stanton, Susan B. Anthony, Lucretia Mott, Paulina Kellogg Wright Davis y Sojourner Truth y luchó por los derechos de la mujer y la abolición de la esclavitud.  

A partir de 1873 comenzó a abogar por el sufragio femenino en Inglaterra. Asistió a la Conferencia del Movimiento por el  Sufragio de la Mujer en Londres y habló en Edimburgo, en una gran reunión pública a favor del sufragio de la mujer.

Citas:

"Es un hecho interesante y demostrable, que todos los niños son ateos y si no se les inculcara una religión, lo seguirían siendo."


"¿Usted me dice que la Biblia está en contra de nuestros derechos? Entonces yo les digo que nuestras afirmaciones no se basan en un libro escrito no se sabe cuándo ni por quién. ¿Me dices lo que Pablo o Pedro dice sobre el tema? Entonces yo respondo de nuevo que nuestras reivindicaciones no se basan en las opiniones de nadie, ni siquiera en las de Pablo y Pedro,... Los libros y opiniones, sin importar quien las haya escrito, si se oponen a los derechos humanos, no son nada más que letra muerta"( Ernestine Rose, respondiendo a religiosas en la Séptima Convención Nacional de la Mujer desarrollada en Nueva York los días 25 y 26 de noviembre de 1856 (Historia del Sufragio de la Mujer, Vol. 1: pags. 661 a 663).



"... Los más sabios de todas las edades han reconocido que el periodo más importante en la educación humana es durante la infancia -.. - Esta parte tan importante de la educación se deja enteramente en manos de la madre, quien prepara el terreno para futuros cultivos. ...Pero la madre no puede darle lo que ella no posee,..... Con una educación imperfecta ¿puede desarrollar facultades, crear energías y un espíritu de independencia en sus hijos?. La madre debe poseer estas cualidades altas y nobles o no puede impartirlas a su descendencia.