martes, 6 de enero de 2015

Tres Reinas Magas:Hécate, Medea y Circe



Hécate, Medea y Circe  son  el arquetipo de brujas, magas o hechiceras, y comparten su condición de mujeres poderosas, libres y autónomas, contrarias al prototipo ideal de mujeres de cualquier época.  Algo  inusual en el modelo de la mujer sumisa al hombre, obligada a ser paradigma de virtudes inalcanzables, que nos ha trasmitido la mitología  o el imaginario colectivo patriarcal a través de la historia.




Hécate. 
Diosa de la hechicería y «Reina de los Fantasmas», el inframundo y la brujería. Hesíodo nos cuenta que Hécate era la única hija de Asteria, una diosa de las estrellas que era hermana de Leto, a su vez madre de Artemisa y Apolo. La abuela de estos tres primos era Febe, la anciana titánide que personificaba la luna. Hécate era una reaparición de Febe, y por tanto diosa lunar, que se manifestaba en la oscuridad de la luna.
 (“La Diosa Hécate. Madre de todos los grandes magos y hechiceros mitológicos”.  Ver más en este blog http://goo.gl/UnqTZT)









Medea



En la mitología griega, Medea era la hija de Eetes, rey de la Cólquida, y de la ninfa Idía. Era, así mismo, nieta del dios Helios .Era sacerdotisa de Hécate, a la que algunos consideran su madre y de la que se supone que aprendió los principios de la hechicería junto con su tía, la diosa y hechicera Circe. Cuando Jasón y los argonautas llegaron a la Cólquida y reclamaron el vellocino de oro, Medea enamorada de Jasón le ayudó y le proporcionó pociones y ungüentos mágicos, además de las instrucciones precisas para lograrlo. Guiados por Medea, los argonautas llegaron al bosque donde se escondía el vellocino de oro. Allí, Medea exhortó a los presentes a evitar ser hipnotizados no mirando a los ojos a su guardián, una serpiente enorme que jamás dormía. Ayudada de unas hierbas especiales y sus propios poderes hipnóticos Medea logró dormirla permitiendo así que Jasón cogiera el preciado trofeo y pudieran todos regresar con él a su patria. Cuando Jasón y Medea llegaron a Yolco, Pelias se negó a entregarle el trono, a pesar de que habían traído el vellocino. Medea conspiró entonces para que fueran las propias hijas de Pelias las que acabasen con él. 




Los habitantes de Yolco aborrecieron el magnicidio y Jasón y Medea se vieron obligados a dejar Yolco partiendo hacia Corinto, llamados por los habitantes de esta ciudad sobre la que Medea pretendía tener derechos al trono. Allí Jasón acordó con el rey Creonte abandonar a Medea, a la que el Rey pretendía expulsar de Corinto, para unirse a su hija la princesa Glauca. Medea entonces, arrastrada por los celos, envió a Glauca como regalo de bodas un manto de irresistible belleza. Cuando Glauca lo recibió de manos de la sirvienta de Medea se lo puso de inmediato, liberando la magia contenida en él que la convirtió en una tea llameante. A continuación, y para hacer el máximo daño a Jasón, Medea mató a los dos hijos que habían tenido en común.

Por último pasó a Asia superior, donde se casó con uno de los reyes más poderosos del lugar, al que sucedió en el trono. Medea, es la madre de Medo origen de los Medos, una tribu del oeste de la antigua Tracia.







Circe.

En la mitología griega,Circe  era una diosa y hechicera que vivió en la isla de Eea. Hija de Helios, el titán preolímpico del Sol, y la oceánide Perseis. Hermana de Eetes y Pasífae.
Circe transformaba en animales a sus enemigos y a los que la ofendían mediante el empleo de pociones mágicas, y era famosa por sus conocimientos de brujería, plantas y medicina. En la Odisea, la casa de Circe es descrita como una mansión de piedra que se alzaba en mitad de un claro en un denso bosque. Alrededor de la casa rondaban leones y lobos, que en realidad no eran más que las víctimas de su magia. Circe dedicaba su tiempo a trabajar en un gran telar. Cuando llegó a la isla de Eea, Ulises mandó desembarcar a la mitad de la tripulación, y él se quedó en las naves con el resto.






Circe invitó a los marinos a un banquete, hechizó la comida con una de sus pociones y luego, cuando se hubieron atiborrado, empleó una vara para transformarlos en cerdos. Sólo logró escapar Euríloco, que desde el principio sospechaba una traición. Avisó a Odiseo y a los otros que habían permanecido en los barcos. Ulises fue ayudado por Hermes, quien le mostró la planta moly que le serviría para protegerse del encantamiento. Cuando Circe no pudo convertirlo en animal, Odiseo la obligó a devolver a sus hombres la forma humana. Circe acabaría enamorándose de Ulises, y lo ayudaría en su viaje de regreso a casa después de que él y su tripulación pasasen un año con ella en su isla.