María
de Echarri (1878-1955), concejal del Ayuntamiento de Madrid e inspectora de
trabajo del Instituto de Reformas Sociales, promovió, desde una perspectiva de
feminismo católico, algunas medidas de mejora laboral para las obreras. Destaca
la llamada “Ley de la Silla” de 1912, por la cual los empresarios debían
proporcionar una silla a todas las mujeres que trabajan en la industria o el
comercio.