Eulalia
Abaitua Allende (Bilbao 1853-1943). En
1873 como consecuencia de la 2ª Guerra Carlista, Eulalia Abaitua se traslada con
su marido a Londres. Es allí donde entra
en contacto con el mundo de la fotografía, adquiere los aparatos y aprende la
técnica. A su regreso a Bilbao instala un estudio fotográfico en los sótanos de su casa y empieza a fotografiar
a su familia y a las mujeres, hombres y niños de los caseríos de Vizcaya que
peregrinan al santuario de Begoña, cerca del cual vive. Su trabajo fotográfico
está realizado casi exclusivamente en placas estereoscópicas en blanco y negro. Se conservan más de 1.000
obras que hablan de sus contemporáneos. Su obra es un magnífico documento histórico que recoge las
costumbres, fiestas, tradiciones de su época. Bajo una atenta y sensible mirada
recoge aspectos de la vida rural y urbana que la rodeaba, a la vez que capta
las más diversas faenas y actitudes de las mujeres de la época, dotándolas de
un importante protagonismo y acercando su papel a nuestros días. Por la calidad
técnica de sus fotografías y por el
profundo interés social y humano de sus retratos, en una época en que los fotógrafos
retrataban sobre todo monumentos y a tipos en el estudio, se la reconoce como
una fotógrafa excepcional y una de las pioneras de la fotografía en España