Nadine
Gordimer (Springs, 20 de noviembre de 1923 - Johannesburgo, 13 de julio de 2014).
Escritora sudafricana. Novelista, ensayista, dramaturga, profesora y defensora
de los derechos humanos. Ganadora del premio Nobel de Literatura.
Gordimer
fue una de las voces más poderosas contra el apartheid y defendió su compromiso
“por devolver la dignidad a la población negra sudafricana”.
En
sus libros trata los conflictos interétnicos y el apartheid. Sus padres eran
inmigrantes judíos de clase media. Empezó a escribir relatos a los nueve años y
ya con quince publicó el primero de ellos en la revista “Forum”.
En 1949, unos 10 años más tarde, ya editó una
colección de relatos, Face to face.
Escribió
The Soft Voice of the Serpent, en 1953, siguiendo en el estilo de historia
corta donde empezó a abordar el tema
social de Sudáfrica, con la enajenación de los comportamientos humanos y la
segregación racial como telón de fondo.
En
1953 también escribió su primera novela,
The lying days cuya técnica narrativa viene marcada por una línea sobria, sin
sentimentalismos, aunque con una gran preocupación por la degeneración humana
que la rodeaba.
En los años posteriores
continuó escribiendo tanto novelas como relatos cortos: Six Feet of the Country
(1956), A World of Strangers (1958), Friday’s Footprint (1960), Occasion for
Loving (1963), Not for Publication (1965), The Late Burgeois World (1966) A
Guest of Honour (1970), Livingstone’s Companions (1971), The Conservationist
(1974), Selected Stories (1975) y Burger’s Daughter (1979). Durante estos años compaginó su actividad literaria
con conferencias en universidades de Europa y América.
En
los años ochenta publicaría algunas de sus obras más importantes: A Soldier’s
Embrace (1980), July’s People (1981), Something Out There (1984), A Sport of
Nature (1987), My Son’s Story (1990).En 1991, año en el que se le concedió el
Premio Nobel de Literatura, publicó Jump and Other Stories, continuando con su
característica perfección formal, sin utilizar elementos superfluos.
Frases de Nadine Gordimer
Al entregarle el Nobel, el jurado del premio destacó que "por
sus magníficas obras épicas Gordimer ha aportado eminentes servicios a la
humanidad".Y en su discurso ella aseveró: "El hombre es el único
animal con capacidad de observarse a sí mismo y que ha sido dotado de la
dolorosa capacidad de haber querido siempre saber el porqué. Y esto no es sólo
la gran cuestión ontológica sobre por qué estamos aquí, a través de qué
religiones o filosofías buscamos la respuesta final que distintos pueblos en
distintos tiempos se han formulado, sino que desde que el ser humano comenzó
esa observación de sí mismo ha buscado también la explicación de los fenómenos
cotidianos, como la procreación, la muerte, el cambio de las estaciones"
"La
poesía es a la vez un escondrijo y un altavoz."
"Las
mujeres blancas sudafricanas son inferiores a las ratas, muy cercanas a las
plantas, con la capacidad justa para ser violadas en un acto de preservación."
El
problema es que la información no es el entendimiento.
La
violencia es el infierno común a todos los que están asociados a ella.
Los
sentimientos quedan para aquellos que no saben cuál es el paso siguiente.
Creo
que la gente pierde la capacidad de sorprenderse porque diariamente presencia
desastres que suceden en todos lados.
Separar
al hombre de la naturaleza como si no tuvieran nada que ver es un grave error.
La naturaleza está en nuestro ADN.
"Opresión".
"Rebelión". "Traición". Usaba grandes palabras como suele
hacer la gente, sin saber lo que pueden representar.
En
nuestra época son pocos los que pueden mantener el valor absoluto de un
escritor sin referirse a un contexto de responsabilidad. El exilio como
modalidad del genio ya no existe.
¿Qué
ocurre cuando nuestros sueños se hacen realidad? ¿Cuándo se ha conseguido
aquello por lo que se luchaba? ¿Cómo se vive cuando el enemigo ha desaparecido
y ahora lo que tenemos ante nosotros somos nosotros mismos?
Según
mi opinión, escribimos —y me atrevo a hablar por los novelistas vivos y
muertos— porque estamos en un proceso de descubrimiento, explorando la vida, a
los seres humanos, a la historia que ellos hacen y que los hace.
Todas
las situaciones de conflicto producen buenos escritores. Ofrecen una base
excelente. Pero si eres un buen escritor, si sabes encontrar humor, drama y
tragedia en tu literatura, también puedes escribir una buena historia sobre un
canario en su jaula.
Los
escritores somos excepcionalmente observadores, en eso somos un poco como los
niños. Nosotros no nos fijamos sólo en lo que se está diciendo, también
observamos el lenguaje corporal. Y todo eso lo utilizamos para crear a
personajes que respiran vida. Toda escritura es un viaje de descubrimiento.