El Día Internacional de la Mujer es un día de reivindicación de los derechos de las mujeres que reclaman una sociedad más igualitaria.
Es
un día para gritar que las mujeres
trabajadoras sufren de manera más contundente la explotación, la desigualdad y
la pobreza.
Es un día para rechazar el recorte de derechos que las mujeres vienen sufriendo con políticas como el proyecto de la Ley del Aborto o la merma de presupuesto en igualdad y servicios sociales
Es
un día para chillar, entre el hartazgo y
el enfado, que muchas de las reivindicaciones
laborales, entre ellas la igualdad salarial, por la que tanto han luchado,
apenas ha avanzado en los más de cien años transcurridos.
Es
un día para denunciar que las mujeres tendrían que trabajar 84 días más que los
hombres para ganar lo mismo que ellos en un trabajo igual o de igual valor.
Una brecha salarial del 23%, cinco puntos porcentuales más que en 2011.
Es un día para mostrar que entre las mujeres trabajadoras hay más precariedad, más temporalidad, más trabajo a tiempo parcial, más paro
(26,8% de desempleo femenino frente al 25,3% masculino); menor protección al desempleo, con una brecha de género de 8 puntos (cobertura al 37,0% de parados y al 28,8% de paradas); una tasa de empleo (50,60%) 10 puntos por debajo de la masculina
Es un día para avisar que a las mujeres trabajadoras se las presiona para retirarlas del mundo laboral, exhortándoles a volver al ámbito de lo doméstico, insistiendo con discursos que valoran la maternidad y el papel de cuidadora que históricamente les han sido adjudicados
Es un día para que las mujeres salgan a luchar por su derecho a trabajar y ser independientes, por tener igual salario por igual trabajo
Y
sobre todo es un día para que las mujeres salgan a luchar para poder siendo dueñas de su cuerpo y su
vida.
Quiero recordar que el 8 de
marzo, Día de la Mujer Trabajadora, es un día de conmemoración y no un día de
celebración porque recuerda un hecho muy desgraciado como para festejarlo.
El Día Internacional de la Mujer Trabajadora debemos recordar a esas compañeras que fueron asesinadas, encerradas en la fábrica a la que prendieron fuego los empresarios, por reclamar sus derechos laborales, para que nadie olvide que la mujer siempre fue activa en la lucha.
Desde
el primer momento se sumó al movimiento obrero, enfrentándose a una doble
batalla para ellas, ya que aparte de oponerse a los explotadores
tuvieron que lidiar ante la resistencia que no pocos compañeros mostraban a su incorporación al mundo sindical y del trabajo.
Las mujeres trabajadoras siempre
tuvieron que luchar el doble para que se les reconociera la mitad que a los
trabajadores varones.
Sin olvidar que además de la
jornada laboral a muchas les queda aún la jornada doméstica
Por eso la lucha por los Derechos de la Mujer debe
continuar. Afortunadamente, las Mujeres han demostrado que
valen igual para un" roto que para un descosido".