viernes, 26 de abril de 2013

Rosalind Franklin y la estructura doble helicoidal del ADN





Rosalind Franklin (Kensington, Londres , 25 de julio de 1920- 16 de abril de 1958)  Biofísica y cristalógrafa, inglesa. Conocida póstumamente por sus importantes contribuciones a la comprensión de las estructuras del ADN.

Desde su infancia, Franklin demostró habilidades escolares excepcionales. A los once años ya sobresalía  en las ciencias, el latín y los deportes. Además, aprendió alemán y adquirió fluidez en francés, idioma que después le sería útil. Fue la primera en sus clases y ganó premios anuales.

Después de escuchar a Einstein en una de sus conferencias decide graduarse en Químicas por la Universidad de Cambridge

En 1945, en la universidad de Cambridge, presentó sus trabajos de doctorado en química física, sobre el carbón y el grafito.

Entre 1947 y 1950 trabajó  en  París, en el Laboratoire de Services Chimiques de L'Etat, donde estudió la aplicación de técnicas de difracción de rayos X a sustancias amorfas.



Pero a Rosalind Franklin se la recuerda, principalmente, por la llamada Fotografía 51, la imagen del ADN obtenida mediante difracción de rayos X, que sirvió como fundamento para la hipótesis de la estructura doble helicoidal del ADN en la publicación del artículo de James Watson y Francis Crick de 1953.

Su trabajo fue el tercero en publicarse, en una serie de tres artículos sobre el ADN en la revista Nature, el primero de los cuales fue el de Watson y Crick. Watson, Crick y Wilkins compartieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962. Watson puntualizó que Franklin debió haber sido galardonada también con el Premio Nobel de Química, junto con Wilkins.

Una vez concluido su trabajo en el ADN, con su propio equipo en Birkbeck College, Franklin dirigió investigaciones acerca de las estructuras moleculares de los virus, que llevó a descubrimientos nunca antes vistos. Dentro de los virus que estudió se incluyen el virus de la polio y el virus del mosaico del tabaco.

Continuando su investigación, su compañero de equipo y posteriormente beneficiario Aaron Klug ganó el Premio Nobel de Química en 1982.

Hoy en día, afortunadamente, la labor de Rosalind Franklin como pionera de la ciencia actual, está plenamente reconocida