Maggie
MacDonnell (Nueva Escocia, Canada, 1980)
una profesora del Ártico, ganadora del premio Global Teacher Prize, también
conocido como Nobel de los profesores de 2017.
Maggie
trabaja en un pequeño pueblo de esquimales con adolescentes en riesgo de
exclusión. Tiene que hacer frente a los suicidios en las aulas.
MacDonnell
llegó hace seis años a Salluit, un pueblo de 1.300 habitantes al norte de
Quebec, al que solo se puede llegar en avión. Después de haber trabajado como
voluntaria en África. Al llegar al Ártico se encontró en un territorio
inhóspito, en el que vivía una comunidad esquimal indígena, los inuit, que
soportan un gran peso sobre sus espaldas desde hace generaciones.
Lxs
jóvenes son especialmente vulnerables a las duras condiciones de vida (en
invierno no es extraño llegar a los 25 grados bajo cero) y a las desigualdades
económicas y sociales, que ha provocado la sobreexplotación de los recursos
naturales.
“Solo
en los últimos dos años, he visto cómo una decena de jóvenes se suicidaban porque
habían desistido de vivir. Se iban a la tundra y se quitaban la vida", ha
explicado muy emocionada en el discurso en el que ha agradecido el premio.
Ha
trabajado los últimos años en la escuela local para tratar de rebajar las altas
tasas de adicciones (al alcohol, a las drogas), de embarazos adolescentes, de
abusos sexuales y de autolesiones y suicidios. Una de sus prioridades han sido
las chicas, que gracias a la ayuda de MacDonnell han reducido las tasas de
absentismo y mejorado su rendimiento escolar (hasta un 500%).
Sus
alumnxs trabajan para luchar contra el cambio climático y recuperar tradiciones
del pueblo inuit, como el kayak
"Cualquiera
de los otros nueve profesores que han llegado hasta esta final podría haber
ganado, lo que hay que subrayar aquí es que es una manera de decirle al mundo
que los profesores importan", ha clamado MacDonnell justo de recibir el
premio. "El objetivo no es otro que dignificar la figura de los
profesores, que las próximas generaciones tengan la docencia como una profesión
a la que dedicarse", reivindica Vikas Pota, director ejecutivo de la
Varkey Foundation, la entidad que entrega los Global Teacher Prize.
La
ganadora la ha escogido un jurado de 170 personas de todo el mundo, de acuerdo
a criterios como el efecto que tiene sobre su propia comunidad o cómo trata en
clase temas como los valores ciudadanos.
También
es un reconocimiento a los métodos innovadores que MacDonnell utiliza en sus
clases. En ellas, plantea proyectos a sus alumnos, siempre vinculados al
entorno. "Desde la concienciación por el cambio climático, que está
afectando muchísimo a esa zona del Ártico, hasta cuestiones culturales o de
tradición, como la práctica del kayak", explica.
"Enseñar
es, en cualquier caso, una experiencia mucho más profunda que estar en clase
con los alumnos, significa establecer una conexión con los chicos/as,
participar de sus inquietudes y, en este caso, al ser una comunidad indígena
distinta a mi origen, supone también una forma de aprender, de
enriquecerse".
Es
la tercera persona que logra la distinción, después de la norteamericana Nancie
Atwell, en el 2015, y la palestina Hanan al Hroub,2016.
Fuentes: El Periódico,Público.