La
piedra de la paciencia: Rahimi escribió su historia como respuesta al caso real
de la poeta afgana Nadia Anjuman, asesinada por su marido que, poco más tarde,
quedó en coma tras intentar suicidarse inyectándose gasolina en las venas. La
piedra de la paciencia no cuenta la historia de Anjuman y su asesino, sino que
parte del empeño de Rahimi por imaginar lo que le hubiese podido decir la poeta
a su verdugo si hubiese tenido ocasión. Es una denuncia sobre la claustrofobia
existencial de la mujer en una sociedad integrista y propone un discurso mucho
más amplio: la impugnación del poder patriarcal a partir de una incontrolable y
desbordada subjetividad femenina que acaba encontrando su arma de insumisión en
la liberación del deseo. La protagonista es la joven esposa que lo cuida,
mientras va desgranando la confesión de todos sus secretos vitales: esa vida
interior cuyo desarrollo no pudieron cortar ni un padre maltratador, ni un
marido ausente, ni una realidad social, política, cultural y religiosa que
condena a lo femenino a la sumisión y la invisibilidad.