viernes, 25 de septiembre de 2015

Mujeres científicas. Campaña «Cambia las cifras»



«Cambia las cifras»tiene como objetivo luchar contra los prejuicios y abrir nuevas oportunidades a las mujeres científicas, el reconocimiento de su trabajo y aumentar los incentivos en su vocación, además de favorecer su presencia en los puestos de responsabilidad. Asimismo defiende la necesidad de que la sociedad reconozca la aportación de las científicas al progreso de la humanidad.



Los datos aportados demuestran que son un pequeño porcentaje de mujeres las que tienen un hueco en la investigación. Solo el 30% de los investigadores del mundo son mujeres, y solo un 3% de los premios Nóbel científicos han sido otorgados a mujeres. En España, en el CSIC, el 60% de becados son mujeres, pero solo un 25% tiene puestos de responsabilidad.


Además, un estudio realizado en cuatro países europeos, entre ellos España, pone de manifiesto los prejuicios de los europeos, pues el 67% considera que las mujeres no tienen las capacidades requeridas para acceder a los puestos científicos de alto nivel. Muchos de los encuestados opinan que a las mujeres les falta interés por la ciencia, perseverancia, espíritu racional, sentido práctico y espíritu analítico, entre otros factores.




Para luchar contra esta situación, más de 300 personalidades, entre ellas, la premio Nobel de Medicina 2009 Elizabeth Blackburn, han apoyado ya el manifiesto Cambia las Cifras, impulsado por el programa La mujer y la ciencia, de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Fundación L’Oréal.

El manifiesto presenta seis reivindicaciones, como “dar visibilidad a la labor de las científicas españolas” y “reconocerlas en los premios científicos, en los que están infrarrepresentadas”. Solo el 18% de los galardones de ciencia en España recaen en mujeres, según un informe de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas. Y solo el 3% de los Nóbel de ciencias se ha concedido a mujeres desde la creación de los galardones en 1901.

 “Yo no quiero discriminación positiva. Yo lo que defiendo es la lucha contra la discriminación negativa, que por el hecho de ser mujer no se nos quite nada”, exige la bióloga molecular Margarita Salas, nacida en 1938 y autora de la patente española más rentable de la historia: un avanzado método de replicación del ADN.

“En el CSIC no ha habido ninguna mujer presidenta todavía. Rectoras de universidad hay media docena, frente a 70 hombres. Es evidente que a los puestos más altos no han llegado todavía las mujeres”, critica Salas.

 “No es un problema de tiempo”, subraya María Blasco. “Desde hace ya muchas décadas hay igual número de hombres y de mujeres que terminan carreras en ciencias de la vida. Son 30 años en los que debería haberse empezado a notar una presencia más equilibrada en los puestos más altos. Esto no va a la velocidad que tendría que ir”, señala. De 173 sociedades científicas españolas en el ámbito de la salud, solo 41 tienen presidentas, el 22%, según un reciente estudio publicado en Gaceta Sanitaria.


El mundo necesita ciencia, y la ciencia necesita mujeres. Sin embargo, si todo en la sociedad está montado para que sea más difícil para las mujeres, será más difícil.